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Londres y Bruselas negocian hasta el último minuto un posible acuerdo del Brexit

La Unión Europea y Gran Bretaña apuran hasta el último momento la negociación de un acuerdo sobre el Brexit que debe abordarse en la cumbre europea que comienza mañana jueves y que parecía pendiente de la negociación paralela entre los partidos británicos sobre los cambios en la salvaguarda irlandesa.

El negociador comunitario, Michel Barnier, en una de las reuniones. (Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)
El negociador comunitario, Michel Barnier, en una de las reuniones. (Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)

La Unión Europea y Gran Brretaña apuran la negociación hasta el último momento para tratar de cerrar un acuerdo antes de la decisiva cumbre sobre el Brexit que comienza mañana jueves, una tarea compleja con varios escollos aún por solucionar pero que varios líderes eurepeos estimaban que podría lograrse en unas horas. 

Fuentes diplomáticas han coincidido en señalar que no se está lejos de un acuerdo y que se ha «avanzado mucho», pero que corresponde al negociador europeo, Michel Barnier, determinar si se han dado los pasos suficientes para cerrar un pacto.

Otras fuentes explicaron que, en el marco de las discusiones, hay básicamente tres opciones: lograr un acuerdo jurídicamente vinculante sobre la salida británica; reconocer una serie de «puntos de encuentro» y comprometerse a seguir negociando o la ruptura total de los contactos.

«Los avances y el trabajo continúan», ha afirmado Barnier entre dos reuniones en las que ha informado a los embajadores europeos y a los eurodiputados.

La cumbre comienza mañana a las 13.00 GMT, sin que se conozca de momento el orden del día.

El nuevo acuerdo contemplaría dotar al norte de Irlanda de un estatus especial con regulación europea en determinados sectores y controles aduaneros fuera de la isla de Irlanda, en el mar de Irlanda, algo que Theresa May no aceptó.

Este cambio estaría pendiente del acuerdo interno de conservadores británicos y unionistas norirlandeses. Así, las negociaciones técnicas que ultimaban el pacto en Bruselas coincidían en el tiempo con los contactos en Londres con los grupos que amenazaban con vetar en la Cámara de los Comunes cualquier tratado que no satisfaga sus demandas en una probable votación el sábado.