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Los líderes europeos acogen el acuerdo sobre el Brexit entre la satisfacción y la cautela

Los líderes de la Unión Europea han entrado en la cumbre que debe aprobar el nuevo acuerdo del Brexit expresando su satisfacción por el pacto alcanzado a última hora con el Gobierno británico, tras tres maratonianas jornadas de negociación, pero a la vez mostrando cautela por la posibilidad de que el Parlamento británico lo rechace

El presidente de la comisión, Jean Claude Juncker, y el negociador comunitario, Michel Barnier.(Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)
El presidente de la comisión, Jean Claude Juncker, y el negociador comunitario, Michel Barnier.(Kenzo TRIBOUILLARD/AFP)

Los líderes de la Unión Europea han recibido con entusiasmo el acuerdo entre Bruselas y Londres para asegurar un Brexit ordenado, pero al mismo tiempo han hecho un llamamiento a la prudencia ante la posibilidad de que sea rechazado de nuevo por el Parlamento británico, una situación que ya se dio hasta en tres ocasiones cuando Westminster se pronunció sobre el acuerdo logrado por el Gobierno de Theresa May.

Así se ha expresado, por ejemplo, el primer ministro belga, Charles Michel, que será a partir del 1 de diciembre el nuevo presidente del Consejo Europeo. «Estoy feliz y soy positivo, pero también soy prudente», ha confesado a su llegada a la cumbre, para después recordar que no es la primera vez que los líderes europeos bendicen un acuerdo que después es tumbado en Londres.

Igualmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha dicho estar satisfecho con el acuerdo, pero también ha instado a ser «razonablemente prudentes» mientras se superan las distintas etapas hacia su ratificación completa.

Macron ha añadido que quiere creer que el primer ministro británico conseguirá la mayoría necesaria en el Parlamento.

Votación el sábado

La Cámara de los Comunes ha convocado formalmente una sesión este sábado para votar el acuerdo pactado entre Bruselas y Londres, pero no está todavía asegurado que vaya a salir adelante. De hecho, el Partido Unionista Demócrático (DUP) ha anunciado que no lo apoyará.

El primer ministro Irlandés, Leo Varadkar considera que se trata de un buen acuerdo pero ha preferido no comentar las distintas posiciones de los partidos británicos en la votación del sábado y ha abogado por dales «tiempo y espacio» para tomar una decisión «por sí mismos».

«Tenemos una solución única para Irlanda del Norte que respeta su historia y geografía. Es bueno para Irlanda e Irlanda del Norte. No hay frontera dura», ha remarcado Varadkar.

El análisis positivo del irlandés es «una señal muy importante» para la canciller alemana, Angela Merkel, quien se ha mostrado optimista, aunque ha recordado que su Ejecutivo todavía lo tiene que examinar

También participa en la cumbre de líderes europeos la futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien se ha confesado «aliviada», aunque también triste por el hecho de que Reino Unido vaya a abandonar el bloque.

A examen en un tribunal escocés

El rechazo del DUP en el Parlamento de Westminster –que ha criticado que «estos arreglos no velan por los «intereses a largo plazo» del norte de Irlanda– no es el único obstáculo que aún puede tumbar el acuerdo.

El Tribunal de Sesiones de Edimburgo, la máxima instancia judicial de Escocia, evaluará mañana viernes si el texto cumple con la legalidad, respondiendo a una demanda presentada por el procedimiento de urgencia por el fundador de la asociación contraria el Brexit «The Good Law Project», Jo Maugham, quien considera que el tratado viola la legislación actual en materia impositiva.

Su objetivo es evitar que el texto sea votado por el Parlamento en la sesión extraordinaria programada para el sábado

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha ofrecido este jueves al primer ministro británico, Boris Johnson, empezar a negociar el marco de las relaciones futuras entre la Unión Europea y Reino Unido como país tercero inmediatamente después de que el acuerdo del Brexit sea aprobado definitivamente.

Johnson, por su parte, se ha mostrado exultante porque los negociadores de Bruselas y Londres hayan conseguido cerrar un texto legal que sustituye la salvaguarda irlandesa diseñada inicialmente por otro sistema con las mismas garantías en cuanto a la protección del Mercado Unico y la frontera sin controles entre las dos irlandas.

La UE, con el visto bueno de Dublín, ha renunciado a que la red de seguridad modificada sea ilimitada en el tiempo y ha introducido el principio de consentimiento, por el que cuando se cumplan cuatro años del protocolo la Asamblea de Irlanda del Norte podrá decidir por mayoría simple si lo prorroga o no.