Beñat ZALDUA
ARENYS DE MAR

Miles de personas siguen marchando en toda Catalunya, ajenas al ruido de Barcelona

Las cinco marchas por la libertad convocadas por la ANC siguen su camino hacia Barcelona, con una concurrencia que ha superado las expectativas de la propia organización. Hemos acompañado a la columna que partió ayer desde Girona, que avanza con miles de personas caminando por todo el litoral del Maresme.

La marcha, entre Sant Pol de Mar y Canet de Mar. (Beñat ZALDUA)
La marcha, entre Sant Pol de Mar y Canet de Mar. (Beñat ZALDUA)

Uno no es consciente de lo largos que se hacen 14 minutos viendo pasar gente sin parar hasta que lo hace. Ese es el tiempo que han tardado en entrar en Arenys de Mar (Barcelona) las centenares y centenares de personas que forman la marcha que salió ayer de Girona y llegará mañana a la capital catalana. El goteo de personas caminando es espectacular.

No hay más que salir de la capital y sumarse a un tramo de estas marchas para rebajar la histeria desatada estos días por los incidentes en Barcelona y otras ciudades catalanas.

«A ver, yo no voy a defender ahora la violencia, pero qué quieres que te diga, son cuatro contenedores, aquí lo importante es que han condenado a 100 años de cárcel a gente pacífica». Lluisa lo tenía claro mientras recorría el tramo de Sant Pol de Mar hasta Canet de Mar, en el litoral del Maresme. El tiempo acompaña y el entorno es una maravilla.

El perfil es variopinto y el ambiente, el de una salida dominguera de un club excursionista. Desde gente en silla de ruedas que hace un trecho del camino, hasta jóvenes a los que se les quedan cortos los 20 kilómetros de caminata mañanera; desde hippies con ukeleles hasta moteros que, evidentemente, están echando en falta la Harley. Caminar con cosas de cuero a más de 20 grados debe ser una experiencia.

Entre los lemas coreados, están los de siempre –«I-inde-independència», «Llibertat presos polítics»– y algunos un poco más actualizados, como «Contra la sentència, independència» o «Mani mani mani, aquí està el Tsunami».

Los momentos más emotivos, en cualquier caso, llegan cuando la marcha cruza los pueblos del camino y la gente sale a repartir agua y comida, o cuando se pasa por delante de una residencia de ancianos y todos los residentes salen, taca-taca en mano, a saludar a una marcha que les devuelve el saludo multiplicado.

Esto no es solo caminar, es un lugar de encuentro en el que se desata la energía acumulada durante los dos últimos años de contención y frustración. Hay otras cuatro marchas como estas camino también de Barcelona, donde confluirán mañana. El colapso va a ser fenomenal.