Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han acusado este viernes a las tropas turcas de haber violado el alto el fuego alcanzado la víspera entre Turquía y Estados Unidos y que prevé el cese de las hostilidades durante cinco días en el noreste de Siria.

Su portavoz. Mustaphah Bali, ha denunciado que «pese al acuerdo para suspender los combates, los ataques aéreos y de artillería continúan alcanzando las posiciones de combatientes, asentamientos civiles y el hospital de Serekaniye (Rais al Ain en árabe).

Las FDS, lideradas por los milicianos kurdos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG), aceptaron el alto el fuego, que oficialmente entró en vigor a las 22.00 horas del jueves.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha confirmado ataques de artillería «esporádicos» contra la ciudad y combates con las milicias rebeldes sirias a sueldo de Turquía, que intentan avanzar posiciones. El OSDH ha añadido que se mantiene una calma «prudente» en el resto de Rojava (norte de Siria fronterizo con Turquía).

En virtud del acuerdo, las fuerzas kurdas deberían retirarse de  un sector con una profundidad de 32 kilómetros que sería convertido en una «zona de seguridad».

Ankara, que les ha dado cinco días de plazo, no ha precisado su longitud. En el pasado, el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, exigió que se extienda a través del Eúfrates hasta la frontera iraquí, en un total de 480 kilómetros.

La ofensiva turca ha conquistado una banda fronteriza de 120 kilómetros, desde Tal Abyad, en manos de Ankara, hasta el oeste de Serekaniye, donde ha tomado el control de la mitad de la ciudad.

El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ha asegurado que Erdogan se habría comprometido a no atacar la ciudad mártir kurda de Kobane.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov., está a la espera de que Ankara le informe sobre el acuerdo de alto el fuego.