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La calma tensa en la frontera Siria no llega a Serekaniye

La tensa calma en la zona fronteriza del norte de Siria sigue sin llegar a la ciudad kurda de Serekaniye. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y el Gobierno de Turquía han apelado a EEUU a que utilice su «influencia» sobre la otra parte en medio de acusaciones mutuas de violación del alto el fuego anunciado por Washington.

Mujeres y niños huyen de Serekaniye en la caja de un camión. (Delil SOULEIMAN / AFP)
Mujeres y niños huyen de Serekaniye en la caja de un camión. (Delil SOULEIMAN / AFP)

La tensa calma que reinaba hoy en la zona fronteriza del norte de Siria, en el segundo día de la tregua alcanzada el jueves entre Ankara y Washington, sigue sin llegar a Serekaniye (Ras al-Ain, en árabe), escenario también hoy de combates en sus afueras entre milicianos kurdos y los rebeldes apoyados por Ankara en su intento avanzar para conquistar territorio. Tropas turcas han tratado de avanzar con blindados y tanques.

En estos duros enfrentamientos en las afueras de esta ciudad fronteriza, los rebeldes contrarios al Gobierno del presidente Bashar al-Assad han tratado de tomar Zirgan, aunque las  kurdo-árabes Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han repelido el ataque causando la muerte de un civil y 12 milicianos kurdosirios.

Las tropas turcas comenzaron el día 9 la invasión de Rojava, en el norte de Siria, con el objetivo de llevar a cabo una campaña de limpieza étnica y ingeniería demográfica y uno de sus primeros objetivos fue Serekaniye, ciudad fronteriza con Turquía marca uno de los límites de la denominada «zona de seguridad» que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer hasta Tal Abyad, y es una de las más afectadas por la ofensiva.

Las FDS han exigido hoy a Estados Unidos que presione a Turquía para que cumpla la tregua anunciada el jueves por Washington y abra un corredor humanitario por el que evacuar las víctimas civiles de la ciudad kurda de Serekaniye, en el norte de Siria. También el Gobierno de Ankara se ha dirigido a su socio en la OTAN para pedirle que utilice su «influencia» con las fuerzas kurdas, y en concreto con las Unidades de Protección Popular (YPG), que lideran las FDS, para garantizar su retirada ordenada del noreste de Siria.

«Nos hemos comprometido a acatar el alto el fuego y seguir haciéndolo, pero al mismo tiempo exigimos que la parte estadounidense lo acate y que también presione a la parte turca para que abra el corredor y nos permita evacuar a los heridos y civiles que se encuentran dentro de la ciudad sitiada de Serekaniye», ha asegurado en un comunicado el comandante general de las FSD, Mazlum Abdi.

«Las FSD acataron el alto el fuego (...) Sin embargo, el lado turco continuó su ataque en una violación del alto el fuego», señala el líder militar de las FSD. «Tampoco permite la apertura de un corredor seguro para evacuar a los heridos y civiles atrapados en la ciudad, a pesar de que han pasado 30 horas desde el anuncio», ha añadido.

Las tropas turcas comenzaron el día 9 la invasión de Rojava, en el norte de Siria, con el objetivo de llevar a cabo una campaña de limpieza étnica y ingeniería demográfica y uno de sus primeros objetivos fue Serekaniye, ciudad fronteriza con Turquía marca uno de los límites de la denominada «zona de seguridad» que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere establecer hasta Tal Abyad, y es una de las más afectadas por la ofensiva.

Tanto Turquía como las autoridades kurdas de Siria han cruzado hoy acusaciones por no respetar el alto el fuego, que tiene una duración de 120 horas, desde las 22.00 del jueves, hora local.