Según ha explicado la compañía canadiense Semafo en un comunicado, el ataque ha sido ejecutado en la carretera entre Fada y la mina de Bongou, en la región Este del país africano, a unos 40 kilómetros de la mina. «El convoy, escoltado por personal militar, incluía cinco autobuses que transportaban a empleados nacionales de Semafo, contratistas y suministradores», ha precisado la empresa, que ha aclarado que tienen constancia de «varios muertos y heridos».

Fuentes oficiales citadas por la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB, han elevado a 37 los muertos, entre civiles y militares, y han agregado que otras 20 personas han resultado heridas, algunas de las cuales se encuentran en estado crítico.

Así, han manifestado que los heridos han sido ingresados en el hospital de Fada N'Gourma, si bien los casos más graves han sido evacuados a un centro médico de la capital, Uagadugú.

Por su parte, el gobernador de la región Este, Saidou Tousasint Prosper Sanou, ha resaltado que el Ejército y las fuerzas de seguridad han lanzado una operación en respuesta a "este ataque bárbaro y cobarde".

Según el portal local infowakat.net, uno de los vehículos del convoy se ha visto alcanzado por un artefacto explosivo, tras lo cual se ha producido un ataque por hombres armados no identificados. De acuerdo con este medio, algunos de los vehículos y sus ocupantes han conseguido huir, pero habría al menos ocho heridos y varios vehículos en paradero desconocido.

La mina de oro y su personal ya habían sido objetivo de ataques en el pasado, según recuerda el medio burkinés. El pasado 18 de abril, un autobús resultó alcanzado por un artefacto explosivo mientras que en noviembre de 2018 cinco personas, entre ellas cuatro gendarmes, murieron en una emboscada contra el personal de la mina. En agosto de 2017 ya habían muerto más gendarmes destinados a proteger la mina en otra emboscada.