Beñat ZALDUA

Catalunya y Euskal Herria vuelven a frenar al «trifachito», que come terreno al bloque progresista

Euskal Herria y Catalunya han vuelto a ser, igual que en abril, el principal freno al «trifachito». Sin estas dos naciones, en el Estado español PP, Vox y Ciudadanos gozarían de una amplia mayoría absoluta, considerablemente mayor que la que hubiesen tenido el 28A.

Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte, de EH Bildu, junto a Marta Vilalta y Pere Aragonés, de ERC, en la firma de la Declaración de la Llotja de Mar. (NAIZ)
Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte, de EH Bildu, junto a Marta Vilalta y Pere Aragonés, de ERC, en la firma de la Declaración de la Llotja de Mar. (NAIZ)

Pedro Sánchez volvió ayer a declararse vencedor de las elecciones. Evidentemente, las ganó, pero basta con echar un rápido vistazo a los datos del 10N para observar que su posición en el Estado ha quedado debilitada. Por un lado, en Euskal Herria y Catalunya, las opciones independentistas han salido reforzadas; por otro, los partidos del «trifachito» le han comido terreno en el resto del Estado.

De hecho, el fenómeno que se dio en abril se ha profundizado ahora: sin Euskal Herria y Catalunya, PP, Vox y Ciudadanos tendrían una amplia mayoría –144 escaños, cuatro más que el 28A– respecto al bloque de PSOE, Podemos y Más País, que se quedaría en 130 –cinco menos que en abril–. Es decir, hace seis meses, el «trifachito» sacó cinco escaños de ventaja al bloque progresista en este territorio. Ayer la brecha fue de 14 diputados.

Cabe destacar que, a diferencia del 28A, en esta ocasión el BNG sí que ha conseguido representación en Galicia, incluyendo así una fuerza soberanista en lo que quedaría de Estado sin Catalunya ni Euskal Herria. De hecho, las fuerzas soberanistas que firmaron hace dos semanas la Declaración de la Llotja de Mar lograron ayer 29 diputados, tres más que en la cita de primavera.

Fenómeno inverso en Euskal Herria y Catalunya

El fenómeno es exactamente inverso en el caso de las dos naciones sin Estado con mayorías soberanistas. Tanto en Catalunya como en Euskal Herria, las fuerzas independentistas han mejorado sus resultados (de 26 a 28), igual que lo ha hecho el PNV, que se alza hasta los siete escaños.

Por contra, el bloque progresista estatal pierde dos diputados y empata a 28 con los independentistas –hubo cuatro escaños de diferencia en abril–, mientras que las fuerzas de la derecha se quedan en ocho asientos, uno menos.