Pello Guerra

Maya promueve un retroceso del euskara en Iruñea recuperando la ordenanza de 1997

En su empeño por desmontar el trabajo del Ayuntamiento del Cambio, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, quiere llevar al pleno del Consistorio del próximo jueves día 14 un proyecto que recupera casi en su totalidad la ordenanza del euskara de 1997 para derogar la norma aprobada el pasado mes de mayo.

Maya y García Barberena, en la presentación de la nueva ordenanza del euskara de Iruñea que promueve Navarra Suma.
Maya y García Barberena, en la presentación de la nueva ordenanza del euskara de Iruñea que promueve Navarra Suma.

Maya ha justificado la presentación de este proyecto como «una necesidad» para «devolver la normalidad al uso del euskera», aunque reconociendo que se trata de que ese uso tenga que realizarse de acuerdo con las «condiciones en las que debe hacerse en la zona mixta» y teniendo en cuenta «la doctrina sobre esta materia del Consejo de Navarra y de los tribunales de justicia».

El alcalde de Navarra Suma ha señalado que el documento aprobado por la Junta de Gobierno Local en primera instancia «no impone el bilingüismo completo en las relaciones interadministrativas, sino que hace depender el uso de uno u otro idioma de la voluntad del destinatario».

Ha asegurado que «garantiza el derecho a dirigirse en euskara al Ayuntamiento y a ser respondido en el mismo idioma, pero sin la correlativa creación de multitud de puestos de trabajo restringidos a quienes dominan el idioma».

Además «regula el bilingüismo en la imagen municipal de manera equilibrada distinguiéndose según los destinos de la información y no de manera indiscriminada como lo hace la norma vigente».

El nuevo texto recorta la presencia el euskara en la publicidad institucional «hasta un 25% del total» y «se evita la obligatoria presencia del 100%» de la norma actual.

Valoración opcional en las OPEs

En el terreno laboral, «configura como opcional la valoración del euskera en la provisión de los puestos de trabajo a diferencia de la norma vigente, para la que es obligatoria, además de prever que existan puestos que precisen el conocimiento de euskera, pero no con carácter general». En concreto, la valoración podrá ser «un 25% mayor que la que se otorgue al conocimiento de cualquiera de los idiomas comunitarios siempre que así se justifique atendiendo a las características del puesto de trabajo».

Para ello, la plantilla orgánica determinará los puestos de trabajo en los que se precise el conocimiento del euskara y definirá en cada caso, el grado de conocimiento del idioma necesario para desarrollar esa labor determinada.

Respuesta bilingüe

La concejala delegada de Cultura e Igualdad, María García-Barberena, ha detallado que la nueva ordenanza «mantiene que la ciudadanía tiene el derecho a dirigirse al Ayuntamiento tanto en castellano como en euskera«. En este último caso, «se les responderá de forma bilingüe» e incluso se recogería que quienes opten por dirigirse a la administración municipal de forma oral en euskara «se les atenderá en esta lengua».

En las relaciones interadministrativas, los documentos, notificaciones y comunicaciones administrativas que el Ayuntamiento dirija a otras administraciones de la zona vascófona serán en euskara y en el resto «se redactarán con carácter general en forma bilingüe».