Arnaitz Gorriti

Bilbao Basket hace lo imposible y tumba al Real Madrid en la prórroga (82-81)

Los hombres de negro han logrado tumbar al tercer equipo de Euroliga que pasa por Miribilla, infligiendo al Real Madrid su primera derrota en Liga ACB de esta temporada.

El paso adelante por puro carácter de jugadores como Jaylon Brown ha tenido recompensa. (Monika DEL VALLE / FOKU)
El paso adelante por puro carácter de jugadores como Jaylon Brown ha tenido recompensa. (Monika DEL VALLE / FOKU)

Los milagros existen. La victoria de RETAbet Bilbao Basket sobre el Real Madrid, más aún tras haberle ganado tres cuartos y los cinco minutos del tiempo extra, no puede tener otro apelativo.

La fe con la que los bilbainos han defendido en ese tiempo extra, ya con la piernas flaqueando a más no poder, ha tenido una recompensa que ni el máximo forofo hubiera podido imaginar.

Y sin embargo, los bilbainos han hecho morder el polvo al Real Madrid, siendo esta la primera derrota blanca en la competición doméstica, rompiendo, de paso, su mal fario en el tiempo extra.

Lleno absoluto y cartel de «no hay billetes» en el Bilbao Arena para ver la misión imposible que RETAbet Bilbao Basket ha tenido que afrontar ante el Real Madrid en Miribilla.

¡Quién hubiera dicho que este mismo partido llegó a ser una semifinal de unos playoffs de la Liga ACB o incluso un Top 16 de la Euroliga!

El Real Madrid ha prescindido de Reyes, Mehjri, Deck, Causeur y Randolph al tiempo que Pablo Laso ha reintegrado a su grupo a un Thompkins fuera del plantel hasta ahora por baja forma física.

En lo que respecta al quinteto titular, Mumbrú ha repetido la fórmula del derbi ante el Baskonia, metiendo a Sulejmanovic en lugar de Kulboka, con la esperanza de que el finés fuera a dar mayor solidez defensiva que el lituano.

Sin embargo, el arranque madridista no ha dado pie a las sorpresas. El duelo de gigantes entre Tavares y Balvin se lo ha llevado claramente el caboverdiano, mientras que los primeros ataques del Real Madrid han sido patrimonio exclusivo de Carroll.

Bilbao Basket ha tirado con mayor rapidez de su banquillo, intentando ponerse a rueda de la escuadra blanca. Nadie le puede negar la brega a la escuadra bilbaina, pero el Real Madrid ha ido poniendo a sus piezas en escena con cada vez mayor calor.

Así, un triple de Llull ha supuesto un 10-16 provocando el primer tiempo muerto de Mumbrú.

Lo cierto es que ese tiempo muerto le ha venido de maravilla a los hombres de negro.

Un parcial de 8-0 ha adelantado a los bilbainos, empezando el parcial con el primer triple local obra de Kulboka, seguido de un «dos más uno» de Lammers y un aro pasado de Sergio Rodríguez, obligando a Pablo Laso a ser quien ha tenido que llamar al orden a los suyos.

La entrada de Lammers ha sido aire fresco para el juego bilbaino, logrando competir de tú a tú con todo un Tavares, al tiempo de ofrecer puntos a su habitual empaque defensivo.

Al final del primer asalto, un triple sobre la bocina de Jaylon Brown ha puesto a los hombres de negro por delante por 23-21. A falta de 30 minutos para terminar el partido, difícilmente podía pedir más el cuadro vizcaino.

¿O quizá sí podía pedir más? Desde luego que la irrupción de Jaylon Brown ha sido como para soñar a lo grande.

La «rotación LEB» de Bilbao Basket ha vuelto a dar un puñetazo sobre la mesa, consolidando la ventaja local ante un Real Madrid que ha sufrido en la cancha con Laprovittola, Jordan Mickey y Trey Thompkins en la cancha.

En especial el base argentino, que baja mucho sus prestaciones cuando no puede ejercer de capitán general, se ha visto relegado por un Facundo Campazzo de quien Laso ha tenido que acudir por urgencia. Bouteille, más discreto que en otras ocasiones, ha asomado además con un gran triple para replicar un anterior «dos más uno» de Garuba.

Con 37-28, Pablo Laso ha vuelto a llamar a capítulo a los suyos y estos, al parecer, le han escuchado en esta ocasión, porque la recta final del segundo asalto ha entrado con un 39-35, fruto de un parcial de 2-7, cerrado por un triple de Carrol saliendo de bloqueos indirectos.

Bilbao Basket ha aguantado un ratito más su sueño, e incluso después de dos tiros libres encestados por Tavares, un «costa a costa» de Jonathan Rouselle ha servido para dejar el duelo al descanso con 41-37 en el marcador.

Eso no solo significa que ha llegado a vestuarios por delante en el marcador, sino que le ha ganado dos cuartos a un adversario invicto hasta la fecha en la competición doméstica.

Ardiente tercer cuarto

Si ha habido algún cuarto que haya recordado a los «buenos tiempos» ha sido el tercero. No solo por la tensión resuelta con la expulsión de Jeffery Taylor por técnica descalificante.

Pablo Laso ha recortado por completo su rotación, dando por completo el timón del Real Madrid a Campazzo, pero ni así ha conseguido ponerse sobre los hombres de negro, que han sabido ponerse al mismo ritmo defensivo merengue.

Ahí ha asomado el mejor Bouteille, superando claramente a un Taylor que en esa desesperación ha encontrado la chispa de su expulsión.

Asimismo, Ben Lammers y Jaylon Brown han aguantado su aportación de dúo impagable –impagable porque nadie hubiera imaginado que una pareja de estadounidenses que el año pasado jugaban en LEB Oro pudiera dar semejante rendimiento a un nivel tan alto– para, increíblemente, ganarle otro parcial al Real Madrid, alcanzando el último cuarto con 60-54 en el marcador.

Un parcial de 0-6 de Jaycee Carroll ha empatado el duelo a 60. Bilbao Basket ha echado de menos más acierto en el triple, ese triple que ha clavado Jaylon Brown para encadenar un parcial de 5-0, volver a poner a los hombres de negro por delante y obligar a Pablo laso a buscar un respiro y tomarse las cosas con calma.

Los nervios y las personales han jalonado los siguientes minutos, con grandes defensas de unos hombres de negro que en ningún momento han perdido la fe en sus posibilidades.

Más aún, cuando Sergi Llull ha encestado un triple para poner el 70-69, Bilbao Basket ha replicado con otro 5-0, con un mate de Balvin y un triple clave de Kulboka.

Los 10.001 espectadores del Bilbao Arena se han frotado los ojos hasta arrancarse las pestañas. Los hombres de negro han sobrevivido a la calidad de Campazzo y estaban a punto de hacer lo propio ante la calidad de Llull.

Pero el jugador balear ya tiene escamas de haber disputado situaciones límite, y no se iba a achantar. Alex Mumbrú ha visto cierta inquietud entre los suyos, después de que Llull haya vuelto a arrimar el marcador hasta un peligroso 75-73.

Cuando los errores te sonríen

Una técnica por simular pitada sobre Rafa Martínez ha metido el partido en el último sprint, un sprint que se ha puesto muy de cara a los hombre de negro, después de un robo de Rouselle castigado con falta antideportiva de Rudy Fernández.

Pero el base galo ha errado uno de sus tiros y los posteriores ataques bilbainos se han saturado mucho.

En cambio, Sergi Llull ha aprovechado tres tiros libres tras una dudosa falta de Jaylon Brown. Por fortuna, el balear no ha metido el tiro ganador, llegándose el partido a una prórroga, con 77-77 en el luminoso.

La prórroga ha sido una agonía en el que el cansancio ha hablado más que el talento. Los hombres de negro han aguantado como buenamente han podido el asedio de un Real Madrid al que le han flaqueado las piernas cuando ha dispuesto de no menos de cinco tiros librados en ese tiempo extra.

Milagrosamente, nada ha entrado y sí, en cambio, un tiro libre de Ondrej Balvin, poniendo un 82-81 que nadie hubiera pensado que iba a ser el resultado definitivo. Pero el Real Madrid, ante la presión de más de 10.000 almas, ha flojeado en el momento de la verdad y el tiro ganador de Trey Thompkins, ha conseguido una victoria con la que nadie contaba y que pone a los hombres de negro con un balance de 5-4, tumbando en Miribilla a su tercer equipo de Euroliga.