Portando una camiseta de la escuadra guipuzcoana con el dorsal número 13 que vestirá y asegurando en el vestuario del Kielce polaco, su actual equipo, que «cambiaré de equipo, pero no de colores». Así ha sido el anuncio de Julen Aginagalde a través de un video de que la próxima temporada jugará en la Asobal y regresará a su casa, después de que tuviera que hacer las maletas hace 14 años.

Minutos después, el propio Bidasoa ha confirmado la noticia, indicando que el jugador se compromete por una campaña y que ocupará el hueco del chileno Esteban Salinas, al que el club ya le ha comunicado que no le renovará su contrato.

La vuelta de Julen Aginagalde no solo será un reencuentro deportivo, sino también familiar, dado que su hermano Gurutz es el actual presidente de la entidad amarilla. Es, además, una importante incorporación, dada la experiencia y colección de títulos que atesora el que ha sido considerado como mejor pivote ofensivo de la última década.

Su palmarés es envidiable. Conquistó la Champions de 2016 formando parte del Kielce, con el que también ha ganado seis ligas polacas y otras tantas copas. A ello hay que sumar una Liga Asobal –2009-10, con Ciudad Real–, dos Copas del Rey, dos Supercopas, dos Copas Asobal y dos Mundiales de clubes, estos últimos galardones repartidos entre Ademar y Atlético de Madrid.

En cuanto a su trayectoria como internacional, se proclamó campeón del mundo en 2013 y europeo en 2018. Ha sido plata en el Europeo de 2016 y bronce en el Mundial de 2011 y Europeo de 2014. Por último, fue nombrado mejor jugador de la Asobal en 2010, 2012 y 2013, mejor pivote del Mundial 2013, de los Europeos de 2014 y 2016, de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y de la Champions 2019.

A la hora de lograr todos esos éxitos, siempre ha lucido la bandera de Irun en las celebraciones.