Natxo MATXIN

Heróica remontada de Osasuna, casi todo el segundo tiempo con uno menos, ante el Espanyol (2-4)

La escuadra navarra ha anotado cuatro goles en la segunda parte –dos en inferioridad numérica– para remontar un 1-0 y hundir a un rival directo. [Datos del partido]

Moncayola se ha estrenado como goleador con el primer equipo. (Twitter LaLiga)
Moncayola se ha estrenado como goleador con el primer equipo. (Twitter LaLiga)

Este equipo enamora, pues no se le puede pedir más, lo deja todo en el campo. Ante cualquier adversidad, se vacía, no da ni un balón por perdido y se mantiene fiel a sus principios. Y ello le da los réditos que por justicia futbolística se merece.

Ha salido Osasuna al RCDE Stadium con mucha personalidad, reclamando el balón y jugando en el campo del Espanyol, tal y como le había pedido su técnico, aunque sin que ello se haya transformado en claras oportunidades.

Los anfitriones, por su parte, han aguardado al fallo rojillo y en el primero de que han dispuesto se han adelantado en el electrónico, gracias a un penalti por manos de Roncaglia, que ha visto el VAR, a remate de cabeza de Wu Lei, en el primer lance que ha engarzado el conjunto periquito.

La pena máxima la ha transformado Marc Roca, sin que Juan Pérez, sorprendente titular al resentirse Sergio Herrera en el calentamiento de las molestias físicas que arrastraba a lo largo de la semana, haya podido hacer nada por impedirlo.

Los de Jagoba Arrasate se han quedado con un palmo de narices. Han sido hasta ese momento y durante toda la primera parte los que más han propuesto, pero se han visto a las primeras de cambio por debajo en el marcador.

Pese a ello, la convicción del cuadro navarro se ha mantenido intacta. Ha seguido a lo suyo, poniendo cerco a la meta de un Diego López que lo ha desbaratado todo, bien colocado a varios disparos centrados de Roberto Torres y Chimi Ávila, e incluso sacando una manopla magistral para evitar, junto con el larguero, que un zapatazo del de Arre se colase entre las mallas.

Previamente, los periquitos también han dispuesto del 2-0, con un rápido saque de falta que ha pillado un tanto dormida a la defensa rojilla y que ha finalizado con un testarazo de Pedrosa por encima del larguero, cuando lo más fácil parecía introducir la pelota en la portería osasunista.

Ha tenido que llegar el segundo periodo para hacer justicia a los méritos visitantes. Transcurridos apenas cuatro minutos tras el descanso, Osasuna ya ha volteado el luminoso. Un gran centro de Estupiñán rematado con toda la convicción del mundo por Rubén García y un fallo estrepitoso de la defensa local aprovechado por Chimy Ávila han materializado el 1-2.

La parte épica estaba por llegar. Con todo a favor del equipo navarro, Roncaglia ha cometido el error de arriesgar en una falta sin tener en cuenta que ya había visto una amarilla. Expulsión y cuarenta minutos por delante para jugar en inferioridad numérica, con un Espanyol sacando al terreno de juego toda su batería ofensiva.

Por si no fuera suficiente, Nacho Vidal se ha tenido que retirar de nuevo lesionado apenas unos minutos más tarde. Arrasate se ha visto obligado a recomponer el equipo –Moncayola, uno de los héroes, se ha desempeñado como lateral derecho– con la expectativa de sufrir, pero sin perderle la cara al choque.

Las tornas han cambiado. El Espanyol, sin mucho orden ni criterio, se ha adueñado de la iniciativa, mientras Osasuna ha buscado el error del adversario. Los ha habido y los ha aprovechado al máximo, como premio a un bloque solidario y que se ha vaciado con un derroche físico encomiable.

Los carrerones del citado Moncayola –estreno goleador con el primer equipo– y de Chimy Ávila –generando un penalti transformado por Roberto Torres– han sido el mejor ejemplo del espíritu indomable de un grupo que cree a pie juntillas en lo que hace y, como dice la canción, nunca se rinde.

Los rojillos han demostrado recuperarse a las mil maravillas de su derrota en el derbi, han superado la veintena de puntos y han dejado muy tocado a un rival directo en la lucha por la permanencia.

Muy satisfecho por la victoria, Arrasate ha reconocido que en la primera parte los suyos no han estado «cómodos», pero sí «hemos sido más nosotros mismos» tras el descanso. «Hemos tenido recompensa en la primera acción de la segunda parte y eso da mucha confianza. Hemos ido creciendo y nos hemos aprovechado de sus errores, pues no tenemos su mochila. Tiene mucho mérito que, con diez, el equipo no haya dejado de atacar», ha asegurado.