Dabid Lazkanoiturburu

Trump calienta la cumbre de la OTAN cargando contra Macron

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha tildado de insulto las declaraciones en las que su homólogo francés, Emmanuel Macron, aseguró hace días que la OTAN está «en muerte cerebral». Trump calienta así los prolegómenos de la cumbre por los 70 años de la alianza militar. Y lo hace al arrancar una jornada de encuentros bilaterales que darán una medida del alcance de las discrepancias entre aliados.

Trump habla con su asesor Mick Mulvaney antes de una bilateral. (Nicholass KAMM/AFP)
Trump habla con su asesor Mick Mulvaney antes de una bilateral. (Nicholass KAMM/AFP)

La cumbre anual de la OTAN en Londres, que coincide esta vez con el 70º aniversario de la creación de la alianza militar, llega precedida hoy por varios encuentros bilaterales que podrían limar o, por contra, agudizar los diferendos internos. Tensiones que han llegado a un enfrentamiento verbal sin precedentes entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo turco, Recep Tayip Erdogan.

Precisamente el plato fuerte de hoy es el encuentro entre el inquilino del Elíseo y el presidente de EEUU. Donald Trump, quien en la cumbre del año pasado en Bruselas la tomó con la canciller alemana, Angela Merkel, a la que acusó de no contribuir suficientemente a la OTAN y de reforzar a Rusia con sus negocios sobre el gas, podría tener a Macron en el punto de mira.

Por de pronto, y durante el desayuno de trabajo con el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, Trump no ha dudado en calificar de «desagradable» e «irrespetuosa» la reciente afirmación del presidente galo de que la OTAN se encuentra en un estado de «muerte cerebral».

«Creo que es un insulto» y «quedé sorprendido» por la frase utilizada por Macron, ha remarcado el presidente de EEUU, para añadir que es una afirmación «peligrosa» porque «nadie necesita más a la OTAN que Francia».

Tras el recado con colleja incluida al líder francés, Trump ha mostrado mesura al ser preguntado por los periodistas sobre su posición ante las elecciones anticipadas en Gran Bretaña el 12 de diciembre.

Así, y pese a reiterar que es un «admirador del Brexit» e insistir en que el primer ministro británico, Boris Johnson, con quien tiene previsto entrevistarse en la cumbre, «es muy capaz y hará un buen trabajo, Trump ha preferido mantenerse al margen y se ha limitado a señalar que «van a ser unas elecciones muy importantes para este gran país, pero no tengo nada que decir».

Macron no cede

El presidente francés recibió el jueves pasado al secretario general de la OTAN y le aseguró que se reafirma totalmente en su diagnóstico sobre el estado crítico de la alianza militar.

Más aún, deploró ante Stoltenberg que las dos últimas cumbres se hayan consagrado «únicamente a saber cómo aligerar el coste financiero de la OTAN para EEUU», mientras «cuestiones estratégicas sobre la paz en Europa, la relación con Rusia, la cuestión de Turquía o quién es realmente el enemigo (de la OTAN) siguen sin ser resueltas».

Y es que, de producirse finalmente, la bilateral entre Macron y Erdogan eclipsaría todas las reuniones previas, sobre todo después de que el líder turco replicara el francés acusándole de estar él «en muerte cerebral».

Erdogan no oculta su malestar por las criticas de Macron a la intervención militar turca en el Kurdistán sirio sin haber informado a sus teóricos aliados.

No es el único dossier en el que Turquía ha tensado las cuerdas en la OTAN. Su decisión de adquirir el sistema ruso de defensa antimisiles S-400, incompatible con los equipamientos aliados, ha generado estupefacción.

Pero Erdogan sabe que con el segundo ejército más grande de la OTAN, y con la base de misiles nucleares de Incirlik como instrumento de chantaje, Turquía no puede ser expulsada así sin más de la Alianza. Y que le basta su alianza con Trump, que quedó evidenciada cuando el presidente de EEUU traicionó y abandonó a su suerte a los hasta entonces aliados kurdos.

Todos miran al magnate

Con todo, los países miembros de la OTAN miran con ansiedad a Trump y a sus recurrentes salidas de tono. Stoltenberg ha insistido en poner en valor que, el año próximo, los aliados no americanos habrán aumentado sus presupuestos militares en 130.000 millones de dólares desde 2016.

Los aliados se han comprometido a consagrar el 2% de sus respectivos PIB a gastos militares en 2024. Nueve países ya lo han hecho en 2019. Sin embargo, Francia no llegará al compromiso antes de 2025 y Alemania sigue muy lejos.

El jefe de la diplomacia de un país que está lejos de cumplir las exigencias de EEUU se ha mostrado confiado en que la cena de gala en el Palacio de Buckingham divierta y aplaque a Trump para que llegue relajado a la cumbre de este miércoles en Watford, en las afueras de Londres.