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Comienza el juicio de destitución de Trump en el Senado de EEUU con el debate sobre los testigos

El histórico juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha arrancado hoy en el Senado estadounidense con un duro debate sobre los plazos, las reglas y los testigos con los que contará el proceso. Los republicanos han planteado un juicio rápido que los demócratas han denunciado como «un amaño».

El demócrata Adam Schiff, jefe de los «fiscales» del «impeachment». (Drew ANGERER/AFP)
El demócrata Adam Schiff, jefe de los «fiscales» del «impeachment». (Drew ANGERER/AFP)

«Iniciamos el tercer juicio político para la destitución de un presidente en la historia de Estados Unidos», ha anunciado este martes el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, que a continuación ha presentado las reglas que la mayoría republicana en la Cámara plantea para llevar a cabo el juicio contra el presidente, Donald Trump.

El «impeachment» ha comenzado con un duro debate sobre los plazos, normas y testigos, ante la intención de los republicanos de acabar el juicio en dos semanas, antes de que Trump pronuncie su discurso sobre el Estado de la Unión, el discurso político más importante del año, el 4 de febrero.

McConell ha propuesto que se otorgue a cada parte 24 horas para presentar su caso, que se dividirían en dos sesiones de 12 horas cada una. Pero ante las críticas demócratas por estas maratonianas sesiones que acabarían de madrugada, ha conedido un día más.

Acusación y defensa tendrán así tres jornadas para trasladar sus argumentos.

Aun así, las reglas presentadas por los republicanos han suscitado el malestar de la oposición, que ha presentado varias enmiendas.

Testigos

El segundo escollo que plantean los republicanos es la declaración de testigos, mientras los demócratas han dejado claro que quieren que comparezca, por ejemplo, John Bolton, el exasesor de Seguridad Nacional de Trump que se negó a comparecer en  la Cámara de Representantes y que ahora ha dicho que aceptaría acudir al juicio político para aclarar todo lo que sabe.

El otro alto cargo que los demócratas quieren que testifique es Rudy Giuliani, al que sitúan al frente de toda una «diplomacia paralela» impulsada por Trump para poder perseguir sus intereses en Ucrania.

También debe aclararse este martes si el Senado acepta recibir y analizar nuevas pruebas de las maniobras del entorno del presidente estadounidense, particularmente de Giuliani.

El portavoz demócrata, Chuck Schumer, ha calificado las reglas presentadas por la mayoría republicana de «desgracia nacional». «Está claro que el senador McConnell está empeñado en hacer que sea mucho más difícil conseguir testigos y documentos e intente acelerar el juicio», ha indicado Schumer.  

«Amañado»

«Este no es un proceso para un juicio político justo. Este es un proceso para un juicio político amañado. Este es el proceso si no quieren que el pueblo estadounidense vea pruebas», ha denunciado, a su vez, el jefe de los «fiscales», Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, que lideró la investigación previa a la apertura del juicio político.

«La verdad saldrá a la luz. La cuestión es, ¿saldrá a tiempo?», ha añadido.

Para Schumer, la propuesta «se aparta dramáticamente» del juicio que se llevó a cabo contra el expresidente Bill Clinton, «para evitar que el Senado y el pueblo estadounidense conozcan la verdad sobre las acciones del presidente Trump que justificaron su ‘impeachment’».

Ante la posibilidad de que también se rechacen los testigos, Schumer ha asegurado que «no es un juicio, sino ‘un encubrimiento’»,

También ha criticado que se aborden los hechos clave «en las primeras horas de la noche, simplemente porque no quiere que el pueblo estadounidense los escuche».

Trump no se encuentra en Estados Unidos, pero desde el Foro de Davos no ha dejado de insistir en que se trata de «una farsa» y una «caza de brujas».

El juicio político contra Trump se basará en dos cargos, los de abuso de poder y obstrucción al Congreso, relacionados con las presiones a Ucrania para que investigara a uno de sus posibles rivales en las elecciones de 2020, el exvicepresidente Joe Biden.

Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y también la programación de una reunión con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a su exigencia de que Kiev anunciara que planeaba investigar a Biden.