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China y Estados Unidos llevan su conflicto al frente de los medios de comunicación

El conflicto entre potencias que mantienen EEUU y China, centrado en su guerra comercial, se traslada ahora al frente de los medios de comunicación, con medidas recíprocas de controles, vetos y expulsiones.

Las banderas de EEUU y China ondean en un edificio de oficinas en Pekín. (Wang ZHAO/AFP)
Las banderas de EEUU y China ondean en un edificio de oficinas en Pekín. (Wang ZHAO/AFP)

Aunque con una «tregua» en su guerra comercial tras el último acuerdo alcanzado entre EEUU y China, ambas potencias mantienen vivo un conflicto en cuyo último episodio intervienen medios de comunicación y periodistas

El pasado martes, el Gobierno de EEUU  anunció que restringirá la actividad de cinco medios chinos, entre ellos la agencia estatal de noticias Xinhua, por «hacer propaganda» del Partido Comunista de China..

A partir de ahora, Washington tratará a esos cinco medios como si fueran misiones diplomáticas del Gobierno chino, de manera que los periodistas estarán sujetos a las mismas restricciones que los diplomáticos.

Bajo anonimato, altos funcionarios estadounidenses explicaron que Washington ha tomado esa decisión porque, en los últimos años, el presidente chino, Xi Jinping, ha «fortalecido» su control sobre esos medios y los ha convertido en «brazos del aparato de propaganda» del PCCh.

Los cinco medios afectados son propiedad del Estado chino. Se trata de la agencia de noticias Xinhua; la televisión CGTN; la Radio Internacional de China; el diario oficial en inglés,  “China Daily”, y la empresa que lo distribuye, la Hai Tian Development USA.

Como ocurre con las legaciones diplomáticas de cualquier país, ahora, esos medios tendrán que informar al Departamento de Estado de las propiedades que tienen en EEUU y entregar una lista con los nombres de sus empleados, así como informar de a quiénes despiden y contratan. 

China expulsa a tres periodistas

Pekín consideró la medida inaceptable y se reservó «el derecho de responder».

No ha tardado en hacerlo aunque no de forma explícita, sino con la expulsión de tres periodistas del “Wall Street Journal”, medio al que acusa de utilizar un titular racista.

«China es el verdadero enfermo de Asia», titulaba un artículo del diario estadounidense. El Gobierno chino lo ha considerado «racista» y ha reprochado al “Washington Journal” no haber presentado las disculpas que le demandó.

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo ha tildado la medida de «ataque a la libertad de expresión», mientras el director general del grupo Dow Jones, que publica el diario, asegura que «nuestra intención no era ofender», y señaló que la sección de opinión está completamente separada del resto de la redacción.

«El enfermo de Asia»

El artículo, redactado por Walter Rusell Mead, un profesor universitario, se alarmaba de los riesgos de la epidemia del coronavirus para la economía china y mundial, y criticaba la reacción inicial de las autoridades chinas.

El Ministerio chino de Exteriores señaló que el texto «ha desacreditado los esfuerzos del Gobierno y del pueblo chino en su lucha contra la epidemia».

La expresión «enfermo de Asia» evoca además la calificación de China por parte de las potencias coloniales europeas en el siglo XIX y es considerado muy ofensivo en este país.

El conflicto con potencias extranjeras trasladado a los medios ya lo vivió EEUU en noviembre de 2017, cuando restringió las actividades de la televisión rusa RT , a la que obligó a registrarse como agente extranjero para seguir operando en el país.

En respuesta, la Duma o Cámara Baja del Parlamento de Rusia aprobó una ley para incluir a varios medios occidentales en su propia lista de agentes extranjeros, como los estadounidenses CNN, la Voz de América y Radio Liberty, así como la corporación alemana Deutsche Welle (DW).