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EEUU apela a «los límites del periodismo» para reclamar la extradición de Assange

Estados Unidos ha rechazado que el ejercicio del periodismo pueda justificar las filtraciones de WikiLeaks argumentado que puede poner documentos secretos en manos de «organizaciones terroristas». Washington ha defendido así su petición de extradición del fundador de este medio, Julian Assange, en el inicio del juicio sobre su entrega.

Manifestantes en apoyo de Assange, en el exterior del tribunal. (Daniel LEAL-OLIVAS/AFP)
Manifestantes en apoyo de Assange, en el exterior del tribunal. (Daniel LEAL-OLIVAS/AFP)

El juicio sobre la petición de extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a Estados Unidos ha comenzado este lunes en Londres con un alegato de la parte demandante, que ha esgrimido en nombre de Washington que el periodismo no puede ser una excusa para saltarse la ley y poner documentos secretos a disposición de «organizaciones terroristas».

Las revelaciones de WikiLeaks pusieron el foco sobre un gran número de víctimas civiles que no había sido reconocido, así como casos de ejecuciones y torturas en Afganistán e Irak.

Uno de los representantes del Gobierno estadounidense, James Lewis, ha asegurado que el material difundido por Wikileaks, que filtró miles de documentos clasificados de los servicios de Inteligencia y del Gobierno de EEUU, puso en riesgo a ciudadanos en países gobernados por regímenes represores, según el diario “The Guardian”.

Así, se ha adelantado a la defensa descartando que el «riesgo» que representa la labor de informadores como Assange esté exagerado. «Recuerdo al tribunal que fueron estos individuos los que pasaron información a regímenes como el de Irán y a organizaciones como Al Qaeda», ha añadido.

Assange, de 48 años, se encuentra bajo custodia en Gran Bretaña, donde permaneció casi siete años refugiado en la Embajada ecuatoriana para evitar precisamente ser trasladado a otro país. Por aquel entonces, Suecia le investigaba por una presunta violación y, ahora, corre el riesgo de enfrentarse en Estados Unidos a 18 cargos que podrían acarrearle una pena de 175 años de cárcel.

Los abogados de Assange tomarán la palabra el martes, en el marco de una primera semana inicial que servirá básicamente para que cada parte exponga sus argumentos legales. La defensa ya ha adelantado que argüirá, entre otras cuestiones, que el tratado bilateral de extradición prohíbe los traslados por delitos políticos.

Uno de los abogados de Assange, el exjuez español Baltasar Garzón, ha esgrimido que se trata de «un procedimiento viciado desde el principio» en el que hay motivaciones políticas. En este sentido, ha cuestionado que se pueda juzgar por espionaje una actividad periodística –«¿espía para toda la humanidad?», ha planteado–.

«Si esa tesis triunfa, ¿quién se va a atrever a publicar documentos que un gobierno declare clasificados?», ha lamentado Garzón, para quien resulta «un poco sorprendente» que »toda la argumentación sea la protección de Inteligencia», sin entrar a valorar posibles perjuicios concretos de la difusión de los documentos o los crímenes que demostraron estos papeles.

Las vistas quedarán luego aplazadas hasta el 18 de mayo y la resolución no se espera hasta junio, si bien el tema previsiblemente seguirá de actualidad hasta entonces.

La defensa ha sugerido que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha llegado a ofrecer el indulto a Assange si niega que Rusia tuviese algo que ver con las filtraciones de correo de la campaña de la demócrata Hillary Clinton en 2016.

Defensores del fundador de Wikileaks se han concentrado este lunes a las puertas del tribunal como gesto de apoyo. Assange, de hecho, ha interrumpido en un momento dado la vista para apuntar que le estaba siendo difícil concentrarse por el ruido procedente del exterior.

«Entiendo el apoyo ciudadano y que eso debe molestar», ha señalado Assange, antes de que el juez le exhortase a sentarse de nuevo.