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El diablo, eje de la nueva exposición temporal que acoge el museo San Telmo

El diablo es el eje de la nueva exposición temporal que se inaugura este sábado en el museo San Telmo de Donostia y que se articula en torno a una única obra, ‘Las tentaciones de San Antonio’ de Jan Brueghel, para recrear un «tenso» universo onírico dedicado a la tentación y el pecado.

La exposición podrá visitarse hasta el 24 de mayo. (Jon URBE | FOKU)
La exposición podrá visitarse hasta el 24 de mayo. (Jon URBE | FOKU)

‘El Diablo, tal vez. El mundo de los Brueghel’ es el título de la muestra que se podrá contemplar hasta el día 24 de mayo en el museo San Telmo de Donostia y que ha sido presentada este viernes en una rueda de prensa por su comisaria, María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, donde se gestó y se expuso en 2019.

María Bolaños, acompañada por la directora de la pinacoteca donostiarra, Susana Soto, y el artista francés Antoine Rogiers, ha sido la encargada de dar a conocer los detalles de esta «exposición de cámara, de pequeña escala» pero «sustanciosa, densa y tensa».

La muestra gira en torno a ‘Las tentaciones de San Antonio’ de Jan Brueghel, que sirve de «hilo rojo» para coser obras y técnicas, pasado y presente, en torno a un núcleo protagonizado por la dinastía Brueghel, una saga de pintores holandeses que hizo de su apellido un codiciado sello de estilo en la Europa de los siglos XVI y XVII.

El montaje se ha habilitado en dos salas, la primera de las cuales, de temática clásica, contiene este gran lienzo, alrededor del cual se distribuyen una veintena de piezas, entre ellas varias obras pictóricas que beben de El Bosco y reproducciones de los siete grabados dedicados a los pecados capitales, firmados por otro Brueghel, en concreto Pieter Brueghel El Viejo, padre del anterior.

Audiovisual de Roegiers

Precisamente, son estos siete grabados dedicados a la lujuria, la ira, la soberbia o la envidia los que sirven de inspiración para la obra de animación del artista francés Antoine Roegiers, que ocupa toda la segunda sala de la exposición, en la que se exhiben además los dibujos preparatorios previos al audiovisual.

De esta manera, la gran locura de Brueghel cobra vida gracias a la disección de este artista galo que muestra en pequeñas pantallas caracoles y orugas que se arrastran sobre el terreno o piernas que avanzan a gatas extraídas de estas estampas del siglo XVI.