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Declaran nulo un despido en Haizea Wind de Zierbena tras las huelgas del Metal de Bizkaia

Un juzgado ha declarado nulo el despido de un trabajador de Haizea Wind después de las huelgas del Metal de Bizkaia y obliga a la empresa ubicada en Zierbena, que ha sido condenada a pagarle los salarios y una indemnización por daños morales, a readmitirle.

Protesta de trabajadores por la posición de la empresa Haizea Wind ante sus demandas. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)
Protesta de trabajadores por la posición de la empresa Haizea Wind ante sus demandas. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

LAB ha informado de que el lunes se le comunicó una sentencia en la que se condena a la empresa Haizea Wind por vulneran derechos fundamentales de los y las trabajadores. El titular del juzgado declara nulo el despido de un afliado del sindicato, que deberá ser readmitido en su puesto de trabajo. Además, condena a la compañía ubicada en el superpuerto a abonarle los salarios que no percibió mientras estuvo despedido, desde el 30 de agosto de 2019 al día en que retorne, y a pagar una indemnización por daños morales al trabajador por importe de 6.251 euros.

Tras la sentencia, según LAB, queda en evidencia que Haizea Wind no es la «joya de la corona de la industria 4.0» de la CAV, tal y como proclamaron responsables del Ejecutivo de Lakua con el lehendakari a la cabeza en su apertura hace dos años y medio, sino «la joya de la represión sindical y conculcación de los derechos fundamentales como el derecho a la huelga».

Más de 30 despidos

La central incide en que en esa compañía se despidió a más de 30 trabajadores tras las jornadas de huelga por el convenio sectorial del Metal de Bizkaia, «que se subcontrataron trabajos en el interior de la fábrica de manera masiva, así como trabajadores de ETT».

Tampoco pasan por alto la actitud del Gobierno municipal de Zierbena, del PNV, que rechazó una moción de LAB en defensa de los derechos de las y los trabajadores. Entonces, recuerdan, el alcalde les remitió a la «justicia ordinaria». «Ya tenemos la sentencia. ¿Ahora qué tiene que decir el alcalde?», le espetan al jeltzale Iñigo Ottuzar.