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Los presos del 1-O no se confinarán en sus domicilios

Las cárceles en las que se encuentran los presos políticos independistas condenados por impulsar el referéndum del 1-O han rechazado que se confinen en sus casas durante la pandemia del Covid-19. En cambio, lo han permitido a una quincena de presos en segundo grado.

Un grafiti reclama la libertad de Junqueras en las inmediaciones de la cárcel de Lledoners. (Josep LAGO/AFP)
Un grafiti reclama la libertad de Junqueras en las inmediaciones de la cárcel de Lledoners. (Josep LAGO/AFP)

Las cárceles catalanas han descartado que los nueve líderes independentistas condenados por impulsar el 1-O se confinen en sus casas durante la pandemia de coronavirus, ha informado la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima en un comunicado.

Los políticos independentistas seguirán el confinamiento en las prisiones donde cumplen condena, después de que las juntas de tratamiento de las cárceles les hayan denegado el permiso para pasar la cuarentena en sus casas, algo que las respectivas juntas de tratamiento sí han permitido a una quincena de presos de segundo grado que tenían salidas permitidas por el artículo 100.2.

Sin embargo, las prisiones de Lledoners (Barcelona), Mas d'Enric (Tarragona) y Puig de les Basses (Girona), donde cumplen su pena los presos independentistas condenados por el Tribunal Supremo, no han aprobado la medida para ninguno de sus internos.

La Generalitat anunció al pasado martes que estudiaría resquicios legales para poder acordar el confinamiento domiciliario de presos con el 100.2, tras lo que el Tribunal Supremo advirtió que, si se enviaba a su casa a los presos políticos catalanes, los funcionarios de las juntas de tratamiento podrían incurrir en un delito de prevaricación.

La Secretaría ha calificado la salida de los 15 presos que sí han sido autorizados a seguir el confinamiento en casa como una «medida inédita y extraordinaria» ante la emergencia sanitaria para reducir el número de internos en las cárceles y evitar propagaciones de coronavirus.

Amenazas y coacciones del TS

La consejera de Justicia, Ester Capella, ha lamentado las amenazas y coacciones del Tribunal Supremo a los funcionarios de la Generalitat, después de que advirtió de que podían incurrir en delito de prevaricación si aplicaban la medida a los presos del 1-O.

Ante la pandemia de Covid-19, el Ministerio del Interior dictó una instrucción para que los presos clasificados en tercer grado, así como los de segundo grado y en algunos casos los que tienen flexibilización y están en CIS o secciones abiertas, pudieran pasar el confinamiento en sus casas para espaciar las prisiones y disminuir entradas y salidas ante el riesgo de contagio.

La Generalitat aumentó el número de presos en tercer grado que pasan las siete noches de la semana en casa, en lugar de las dos habituales: antes de la pandemia eran 325 (el 19%) y ahora lo hacen 1.174 (el 69%) de los 1.700 presos en tercer grado.

El martes, la consejera anunció que las juntas de tratamiento estudiarían aplicar la medida también a los presos a los que se aplica el artículo 100.2, a lo que siguió el comunicado del Supremo avisando de posibles responsabilidades penales.

11 presos con covid-19

Entre todas las cárceles de Catalunyaa, hay 11 presos que han estado enfermos por el nuevo coronavirus: siete están ingresados en el Hospital Penitenciari de Terrassa (Barcelona) y dos en hospitales públicos, y dos más ya han recibido el alta médica.

Además, hay 27 funcionarios con coronavirus y 35 presos con síntomas a la espera de confirmar si son de covid-19, y se mantiene confinada la prisión de Wad-Ras además del módulo 5 de Brians 1, donde se detectaron los primeros contagios.