Ibai AZPARREN

El Congreso aprueba la prórroga del estado de alarma y Sánchez anuncia que no será la última

El Congreso español ha aprobado este jueves la extensión del estado de alarma hasta el 26 de abril y Sánchez ya ha adelantado que no será la última prórroga. El presidente del Gobierno español ha citado a todos los partidos la próxima semana para reeditar los Pactos de la Moncloa, iniciativa que ha rechazado la izquierda independentista. La Cámara ha dado luz verde a los decretos reales que abarcan medidas económicas para hacer frente a la crisis sanitaria.

Sánchez durante la sesión plenaria del Congreso. (MARISCAL/AFP)
Sánchez durante la sesión plenaria del Congreso. (MARISCAL/AFP)

El Congreso de los Diputados ha celebrado este miércoles una sesión atípica pero que ya ha dejado una estampa similar a la de las anteriores ocasiones: poco más de 40 diputados dispersos, apenas unos pocos trabajadores de la casa y sin medios de comunicación.

Antes del inicio de la sesión plenaria, los asistentes a esta nueva cita parlamentaria se han saludado a distancia, conforme a las recomendaciones sanitarias, y se han sentado en sus sitios separados entre sí por al menos dos escaños para evitar nuevos contagios. El Congreso ha llegado a sumar una docena de positivos. Además, han guardado un minuto de silencio por todas las víctimas del Covid-19.

La prolongación del estado de alarma hasta el 26 de abril ha sido respaldada por los dos partidos que conforman el Gobierno español, PSOE y Unidas Podemos, y también por PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Más País, Compromís, CC y Foro Asturias.

ERC, JxCat, EH Bildu y BNG han apostado por la abstención porque no se dan las condiciones necesarias para levantar el confinamiento de las actividades económicas no esenciales y han criticado también al contenido recentralizador al decreto. La CUP ha votado en contra.

Al tiempo que se revalidaba el estado de alarma en los términos diseñados por el Gobierno de Sánchez, el Congreso español ha rechazado las propuestas presentadas por Vox, ERC, Ciudadanos, EH Bildu, Compromis, JxCat, Foro Asturias y BNG para modificar el alcance de las medidas del Gobierno.

En la sesión, Pedro Sánchez ha remarcado que a partir de la próxima semana levantará la prohibición del trabajo presencial no esencial, lo que volverá a llenar el espacio público de aquellos trabajadores que no pueden hacer el trabajo desde casa.

El jefe del Ejecutivo ha insitido en que el estado de alarma funciona y que ya se ha superado el pico de contagios, pero que el retorno a la normalidad deberá ser progresivo. «Y no sabemos qué tipo de normalidad podremos recuperar, porque la normalidad plena no la recuperaremos hasta que haya una vacuna», ha añadido.

En este sentido, ha explicado que los científicos que asesoran al Ejecutivo han establecido varios marcadores que fijarán el ritmo de retorno en función del ritmo de los contagios. Por ello, ha señalado que «cada avance semanal hará posible la apertura de espacios».

Pese a ello, Sánchez ha reconocido que «dentro de quince días tendré que volver a pedir una prórroga al Congreso».

Además de la negativa de Vox por parte de la bancada de la derecha, Pablo Casado ha lanzando fuertes críticas contra Sánchez, al que ha acusado de «volar puentes» con el partido que preside. Ha replicado al presidente del Gobierno español que su autoridad moral es «nula» para pedir «unidad y lealtad» a la oposición, sin embargo ha votado a favor de la segunda prórroga del estado de alarma porque lo que le guía es la «ética de la responsabilidad».

Así, ha acusado al jefe del Ejecutivo español de «insultar y difamar» al PP y ha añadido que la sesión plenaria celebrada este jueves ha evidenciado que el Gobierno «no merece el apoyo de la oposición». Respecto a las propuestas, Casado se ha limitado a plantear test masivos, «luto nacional» y la supresión del impuesto de sucesiones.

Vuelta al trabajo de parte de los trabajadores

Una amplia mayoría de la Cámara ha avalado esa petición presidencial, pero eso no le ha ahorrado las críticas a un Sánchez por parte de la izquierda independentista, que se ha mostrado en contra de suspeder el permiso retribuible y el retorno de una parte de los trabajadores.

Por ejemplo, Oskar Matute, de EH Bildu, ha explicado que es «un riesgo importante» retomar la actividad económica no esencial ante la falta de test y EPIs. Asimismo, ha defendido la nacionalización de sectores estratégicos y ha remarcado que «es hora de reclamar los 60.000 millones a la Banca, es hora de aplicar impuestos a las grandes fortunas».

En la misma línea, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha indicado que «hay que parar toda actividad no esencial, y no lo hacen. No es normal que los niños no puedan salir a la calle y la ciudad esté llena de riders. O paramos el país o no habrá país o bandera que levantar».

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, se ha mostrado sin embargo a favor del cierre de toda actividad no esencial, y ha remarcado que es posible que muchas empresas cierren y para evitarlo ha abogado por mantener, con «todas las medidas de seguridad», cierta acitividad económica.

La diputada de la CUP, Mireia Vehí ha justificado su «no» argumentando que las medidas aprobadas los últimos quince días «no solo han sido insuficientes sino que, en algunos aspectos, han sido equivocadas».

Pactos de la Moncloa

Sánchez ha reiterado su propuesta de impulsar unos nuevos pactos de la Moncloa como los de 1977. «¿Qué sentido tiene la división? ¿A quién beneficia la división?», se ha preguntado. «Propongo un gran acuerdo para la reconstrucción económica y social de España», ha insistido, y ha llamado a participar en este pacto que tendrá lugar la próxima semana «a todos los partidos dispuestos a arrimar el hombro». También a todas las comunidades autónomas, y a los agentes sociales y económicos.

ERC, EH Bildu y la CUP han mostrado rechazo a actualizar otros Pactos de la Moncloa. Una idea que tampoco comparte JxCat, que no acude a estas sesiones. Además, ni Casado ni el líder de Vox, Santiago Abascal, han confirmado si acudirán a la cita.

En este sentido, Matute ha rechazado la reedición de los Pactos de la Moncloa y ha descartado la presencia de la coalición soberanista en la reunión. Ha recalcado que no estarán en ningún pacto que se plantee como una reedición de los alcanzados en 1977 y que lo único que busquen sea «camuflar la aplicación de más centralización y políticas neoliberales de la derecha para ahogar a la gente y recortar sus derechos».

«Ese fue el objetivo de 1977», ha incidido el diputado, que ha insistido en que el Gobierno español no puede contar con EH Bildu para atacar a las clases populares y a los trabajadores.

Ha asegurado que siempre estarán con la democracia, pero «nunca con robustecer la Constitución española» porque supondría robustecer la monarquía y el papel del Ejército español.

Según Matute, en la gestión de la crisis del coronavirus sobran las proclamas militares y las soflamas patrióticas, por lo que ha pedido que se ponga en primera línea a los trabajadores denominados «imprescindibles» y se «desmilitarice» el estado de alarma.

Esteban ha apuntado que mejor que residenciar los Pactos en La Moncloa sería usar otras instituciones que ya existen como el Congreso y los Gobiernos autonómicos.

Vehí ha considerado que hacer referencia a los pactos de la Moncloa, como algunos partidos han venido haciendo recientemente, «recuerdan a un tiempo de paz sin memoria, de una razón de Estado hecha sobre la base del atropello de pueblos y derechos».

Decretos económicos

Los diputados del Congreso también han aprobado los reales decretos-leyes sobre medidas complementarias en el ámbito laboral, el permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales y sobre medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha sacado adelante el Real Decreto-ley 11/2020 por el que se adoptan medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al Covid-19. Al Gobierno español le ha bastado con los votos favorables del PSOE y Unidas Podemos, además del apoyo crítico de Ciudadanos, Compromis o Más País para aprobar esta norma.

Rufián ha criticado que los reales decretos sean «poco consensuados» y ha cargado contra lo que, en su opinión, es «uno de los mayores hachazos a las comunidades autónomas». «Si necesitan liquidez deben ir al Banco Central Europeo», ha dicho.

«La solución no puede pasar por el endeudamiento del más débil», ha aseverado el portavoz de ERC y ha señalado como especialmente negativo que el Gobierno español no asuma el alquiler de las familias en situación de vulnerabilidad.

«Merecería que votáramos que no, porque no se puede hacer una ley ómnibus sin consultar nada», ha comenzado su intervención Esteban. Ha afeado al Ejecutivo de Sánchez la falta de procedimiento y que quite «el dinero de las políticas activas de empleo para pasarlas a las arcas del Estado para un objetivo para el que no están hechas esas cotizaciones».

Matute ha señalado igualmente la falta de atención a la «pequeña economía». «La de cercanía, la de pequeña escala, la que genera riqueza en el territorio y se queda en el territorio». Aunque ha valoroado positivamente las iniciativas del Gobierno, les ha pedido «más», como la suspensión de las hipotecas, alquileres o pagos de suministros para las familias vulnerables. «Suspensión no moratoria», ha incidido.