Superadas las primeras semanas de shock y con un horizonte en el que los actos multitudinarios se antojan imposibles hasta que los científicos den con la vacuna, o al menos, un tratamiento para hacer frente al Covid-19, son muchos los que se preguntan qué sucederá con esos abonos o entradas contratadas para espectáculos culturales o deportivos contratados cuando el coronavirus era todavía un asunto lejano, pero que la pandemia se ha terminado por llevar por delante.

Tras la anulación de su programación de primavera, el Teatro Gayarre de Iruñea ha informado este martes de que va a iniciar de forma gradual la gestión de las cancelaciones, devolución de importes y cambios de calendario de los espectáculos que es posible programar en nueva fecha.

En una nota, los responsables del teatro iruindarra agradecen la «paciencia» del público, al que piden disculpas por el tiempo de incertidumbre en el que se han vivido las últimas semanas respecto a los espectáculos suspendidos, las entradas ya vendidas y la programación que podría tener este escenario cuando retome la actividad. En una «situación tan especial» ofrecen al público varias opciones, como guardar sus entradas ya adquiridas para la nueva fecha de los espectáculos correspondientes, pedir la devolución de su importe o una tercera vía que sería la de mantener el importe en forma de crédito sin fecha de caducidad para adquirir entradas en el futuro. Existe también una última alternativa, la de apoyar con este dinero los proyectos del Teatro Gayarre bajo la figura de «mecenas» que conlleva diversas ventajas.

Otro centro cultural emblemático como el Arriaga de Bilbo fue más rápido procediendo al reintegro automático de las localidades que se habían adquirido vía internet. Sin embargo, para el reembolso de aquellas adquiridas en taquilla habrá que esperar a que la situación sanitaria permita abrir de nuevo el teatro.

La última palabra, del usuario

Ante este aluvión de cancelaciones y cambios de fechas de conciertos y festivales, Facua-Consumidores en Acción advierte de que los usuarios tienen derecho a recuperar su dinero y las empresas no pueden imponerles ninguna otra solución a sus reclamaciones.

La asociación recuerda que son los consumidores quienes deciden si aceptan la nueva fecha prevista para el evento, en caso de que ya se haya fijado, ya que para muchos el cambio les dificultaría e impediría acudir. Igualmente, el cambio de fecha está afectando al cartel de los artistas invitados y con ello una modificación sustancial del evento.

En cualquier caso, Facua señala que se están fijando nuevas fechas sin que haya garantías de que vayan a tener lugar. Los conciertos y festivales suspendidos que ahora tengan previsto celebrarse para los próximos meses tienen el riesgo de volver a ser cancelados por las medidas que continuarán en vigor a medio plazo para prevenir la propagación del Covid-19, sin que sus organizadores garanticen expresamente que en ese caso devolverán el dinero de las entradas adquiridas.

El Gobierno español ha aprobado un protocolo para las reclamaciones por la compra de productos y la contratación de servicios que «resultasen de imposible cumplimiento» por el estado de alarma, recogido en el artículo 36 del Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, que establece que, tras la presentación de la reclamación, la empresa tiene un plazo de 60 días para ofrecer una propuesta alternativa a la devolución del dinero. En el momento en que el usuario conteste indicando que no la acepta porque necesita recuperar el importe, éste deberá ser reembolsado en el plazo máximo de 14 días.

¿Y los abonos de mi club?

En el plano deportivo, ya no hay duda de que, en caso de que llegasen a reanudarse, los partidos de las distintas ligas se jugarán a puerta cerrada, es decir, sin público en sus gradas. Ipurua fue el primer estadio de LaLiga cerrado por el coronavirus, ya que el derbi guipuzcoano aplazado inicialmente por el desastre de Zaldibar se disputó sin público por el virus, en un adelanto del desangelado futuro que nos espera. Como hiciera entonces, el Eibar ya ha anunciado que devolverá la cantidad que sus socios han abonado en la cuota anual de 2020 –en el club azulgrana se paga por años naturales– por los partidos que no van a poder presenciar, tanto de esta temporada 2019-2020 como de la siguiente 2020-2021.

Es la vía que también han anunciado el Deportivo Alavés y el Baskonia, que reembolsarán a sus seguidores la parte proporcional del abono correspondiente a los partidos no disputados en el pabellón de Zurbao y en Mendizorrotza durante el final de la campaña 2019/20 –en este caso los abonos son por temporada–. En el caso del equipo azulgrana, es, junto a Valencia y Andorra, uno de los tres únicos equipos ACB que han tomado decisiones por el estilo.

En el caso de la Real Sociedad, el club aprovechó el acuerdo que adquirió con su primera plantilla masculina, a los que bajará el 20% sus fichas –se quedaría en un 5% en el caso de que la competición se acabe disputando– para devolver ese mismo porcentaje del abono a los socios aunque la Liga se reanude con público, caso nada probable.

Los dos clubes futboleros vascos que no son sociedades anónimas deportivas, Athletic y Osasuna, son los dos que más reticentes se han mostrado en este sentido. Desde Ibaigane la Junta Directiva de los rojiblancos, por el momento, solo ha ofrecido a sus socios la posibilidad de la devolución inmediata del dinero que hayan abonado para los partidos designados como Medio Día del Club ante el Atlético de Madrid y el Real Madrid.

Más curiosa es la solución ideada por los dirigentes de Osasuna, que han decidido congelar el precio de su abono para la temporada 2020/21 a sus socios que decidan continuar el año que viene. Además de no aplicarles la subida de precios prevista para los nuevos socios, los socios que renueven tendrán incluido en su abono de la próxima campaña los dos medios días del club que las nuevas altas sí abonarán.

En otros deportes como la pelota, Aspe y Baiko decidieron en su día reembolsar el precio de las entradas adquiridas a través de la plataforma www.entradasfronton.com, incluyendo las de aquellos más previsores que habían adquirido las localidades de la final de Parejas antes incluso de que se supiera quiénes la van a disputar.