El presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Pere Godoy, ha sostenido que, «claramente», la vuelta a las aulas hay que dejarla para setiembre, aunque ha apuntado que en los meses anteriores se puede llevar a cabo «algún ensayo puntual con todas las precauciones y todas las garantías».

«Los niños tienen una prevalencia muy baja ante la covid-19, pero sabemos que si están en las clases y entra un virus, la transmisión puede ser muy explosiva y muy rápida, y lo llevan a sus familias. Los centros educativos son un punto crítico para evitar esa transmisión», ha señalado en Radio Euskadi.

Sobre las vacaciones de verano ha reconocido que serán «muy diferentes» y ha advertido de que «hay que olvidarse de cómo las concebíamos hasta hace muy poco». Asimismo, ha indicado que se podrá incrementar la vida social en los próximos meses, pero siempre «manteniendo la cautela, la prudencia, la vigilancia y la disciplina colectiva» para que no aumente la velocidad de transmisión del virus.

A la espera de la vacuna

En línea con las advertencias de la OMS, ha lamentado que erradicar el coronavirus «igual ya no es ni factible» y ha augurado que habrá que esperar a la vacuna. No obstante, ha opinado que «hay que hacer compatible la actividad económica con una baja transmisión» de este virus.

Se ha referido, en concreto, a la situación de ciudades como Madrid y Barcelona, y ha pedido prudencia a la hora de decidir su paso a las siguientes fases de la desescalada, porque todavía mantienen unos niveles de transmisión «muy altos». «Si hay un repunte, la vuelta atrás es complicadísima», ha manifestado.

Ha subrayado que los científicos «ayudan y apuestan siempre por la vida, antes que por la economía», pero la responsabilidad de decidir «corresponde a los políticos, porque se debe valorar también indicadores de transporte, económicos y de grado de cumplimiento de la población, entre otros».