El primer ministro francés, Edouard Philippe, ha anunciado que las urnas se pondrán el 28 de junio, aunque asumiendo las recomendaciones del Consejo Científico en lo que se refiere a la monitorización permanente de la situación sanitaria y a las condiciones excepcionales para la campaña electoral y la propia jornada electoral.

El Gobierno francés ha hecho, de este modo, oficial su opción inicial, que pasaba por completar antes del verano el proceso electoral que quedó interrumpido a causa de la pandemia tras la celebración, bajo evidente riesgo sanitario, de una primera vuelta, el pasado 15 de marzo.

Esa votación tuvo lugar en vísperas de que se decretara el confinamiento debido a la pandemia del Covid19 que ha causado hasta la fecha más de 28.000 fallecidos en el Estado francés y estuvo marcada por una cifra récord de abstención (55%).

Como adelantara el propio Philippe a los líderes de los partidos con representación parlamentaria, a los que recibió en la tarde-noche del miércoles en el Palacio de Matignon, el ejecutivo ha hecho «una opción clara» sobre la fecha. Si la situación sanitaria no lo impide, se votará el 28 de junio.

El Consejo Científico emitió, el martes, el informe al que esperaba el Gobierno para comunicar una decisión sobre la celebración de la segunda vuelta de las elecciones municipales.

Ese informe, aun sin poner impedimentos a la celebración del escrutinio antes de verano, fijó un buen número de condiciones y reservas: la principal, volver a evaluar la situación sanitaria quince días antes de la votación.

El primer ministro acepta esa condición y en el decreto que llevará al consejo de ministros, el 27 de mayo, figurará esa reserva sanitaria, con lo que dos semanas antes de los comicios se analizará si es viable el escrutunio.

Si finalmente debiera ser anulada la votación, también sin sorpresa, el Gobierno plantearía repetir las dos vueltas electorales en los cerca de 5.000 municipios concernidos con el plazo límite de enero de 2021.

Sin consenso, sin bloqueo

Tras una ronda de consultas, primero con alcaldes y presidentes de regionales, en la noche del martes, que se encargó de pilotar el propio presidente Emmanuel Macron, y ya el miércoles con la cita puesta por el primer ministro en Matignon a los líderes de las principales fuerzas políticas, el escenario de la convocatoria electoral empezó a tomar forma.

De esos contactos el Ejecutivo extrajo la conclusión de que, dados los muchos peligros y las pocas certezas, ninguna formación le acompañaría explícitamente en la llamada a las urnas. Y ello no solo, evidentemente, por razones sanitarias, sino también de posicionamiento electoral.

Con todo, y a la vista de la diversidad ideológica que expresaba ese panel de 36 alcaldes -y cerca de 50 electos- que difundieron, ya el domingo pasado, un manifiesto en favor de la convocatoria electoral, tanto Macron como Philippe dieron por hecho que, más allá de las quejas, las formaciones de oposición no desplegarían estrategias de bloqueo.

De hecho, al anunciar la fecha del 28 de junio, el primer ministro, que ha comparecido escoltado por el ministro de Interior, Christophe Castaner, ha hecho saber que desde la semana que viene se iniciarán consultas con los alcaldes para preparar el dispositivo electoral.

Campaña «imaginativa» y voto delegado

Philippe ha tratado de minimizar las dudas sobre las dificultades evidentes que tendrán muchos candidatos, principalmente los de oposición, para dar a conocer sus programas pidiendo a estos que «hagan uso de toda su imaginación» cara a sortear los obstáculos derivados de las reglas sanitarias que imperarán en la campaña.

Tras recordar que la campaña de segunda vuelta «no suele durar más de cuatro días» ha presentado como una ventaja que «desde hoy se disponga de un mes para dar a conocer lo que cada cual propone y también para preparar una votación en toda seguridad».

Para disipar los temores a una alta abstención ha hablado de «facilitar y extender el plazo para solicitar el voto delegado», sistema por el que un elector que no puede acudir a depositar su voto confía su sufragio a otro elector de su confianza y que figure en el censo electoral de la misma localidad en que vota. Y se ha referido a «la necesidad de garantizar el derecho al sufragio a los ciudadanos más vulnerables» aludiendo a las personas que viven en residencias de mayores.

Así las cosas, en pleno puente de la Ascensión, el primero tras el desconfinamiento progresivo que arrancó el 11 de mayo, y con gran parte de la ciudadanía volcada en disfrutar de espacios naturales como montes y playas, Edouard Philippe ha oficializado la fecha del 28 de junio.

Lista de municipios vascos

Ese día se elegirán los gobiernos locales de cerca de 5.000 municipios del Hexágono, entre ellos los de grandes urbes como París, Lyon, Marsella o Burdeos.

Su nada lo impide, el 28 de junio se pondrán igualmente las urnas en 18 localidades vascas.

En esa lista de municipios figuran tres localidades de Zuberoa (Bildoze-Onizepea, Larraine y Maule ), cuatro localidades de Nafarroa Beherea ( Aldude, Amendüze-Unaso, Bidaxune y Landibarre ) y once municipios de Lapurdi ( Azkaine, Baiona, Biarritz, Bokale, Hendaia, Itsasu, Senpere, Urketa, Urruña, Uztaritze y Ziburu).

Por lo que respecta a los otros 142 municipios vascos en los que bastó la primera votación para sumar mayorías, este sábado se abrirá el plazo para la celebración de los plenos de investidura, un trámite que no pudo celebrarse en razón del confinamiento, y que discurrirá bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria, sin público y en las salas amplias o espacios abiertos.