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La posibilidad de movilidad Nafarroa-Gipuzkoa o Bizkaia-Cantabria gana peso para el lunes

Ayer domingo fue el primer día en que no se reportaron noticias de fallecimientos por covid-19 en el Estado español desde el 3 de marzo. Un desplome momentáneo que no elimina el riesgo de rebrotes pero abre nuevas perspectivas en el control del virus y por tanto en la desescalada.

Paseo con bicicletas al anochecer en Gorliz. (Luis JAUREGIALTZO | FOKU)
Paseo con bicicletas al anochecer en Gorliz. (Luis JAUREGIALTZO | FOKU)

El Ministerio de Sanidad no ha registrado ninguna muerte en el informe diario de evolución del nuevo coronavirus, por primera vez desde el 3 de marzo, por lo que la cifra total de fallecidos por covid-19 se sigue situando en las 27.127 personas, de las cuales 35 han perdido la vida en los últimos 7 días según esta fuente.

Asimismo, los diagnósticos se han reducido a 71 en las últimas 24 horas, lo que sitúa la cifra total de personas contagiadas, y confirmadas por la prueba PCR, a las 239.638. Además, 11.399 personas han ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 9 en los últimos 7 días, y 123.879 han precisado hospitalización.

Hay que hacer dos matizaciones a estos datos: por un lado, el domingo suele producirse una bajada en las comunicaciones de muertes, que no en los fallecimientos, por lo que habrá que esperar a este martes para tener la fotografía completa. Por otro, la falta de sintonía entre los balances de datos estatales y autonómicos resulta evidente estos últimos días. Así, desde Madrid se afirma que no ha habido muertes en Hego Euskal Herria estos siete días, pese a que sí han sido reportadas varias de ellas desde Gasteiz e Iruñea.

En cualquier caso, la excelente evolución de los últimos días abre nuevas perspectivas, en primer lugar en lo que respecta al control de eventuales rebrotes. Fernando Simón ha subrayado en su comparecencia diaria que al haber casos muy contados y con todo lo que se ha ido aprendiendo y mejorando en sistemas, la detección puede agilizarse notablemente.

«Ya no estamos ante un número grande de casos, que no podemos indentificarlos, que se diluyen», ha explicado.

Movilidad

En este contexto, por la mañana el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha abierto la puerta a que se permita la movilidad entre provincias en la fase 3, en la que Euskal Herria entrará este próximo lunes salvo sorpresa mayúscula. E incluso entre autonomías (por ejemplo entre Nafarroa y Gipuzkoa o entre Bizkaia y Cantabria), siempre que estén en la misma fase.

La velocidad del desconfinamiento corre paralela a una sensación cada vez más extendida de que el SARS-CoV-2 está bajo control, más allá de los repuntes sucesivos, y de que ha podido mitigarse su virulencia, como admiten epidemiólogos y responsables hospitalarios tanto en el Estado español como en otros países duramente azotados por la pandemia.

Los desplazamientos entre comunidades que permitirán acelerar la desescalada se ven, en cambio, con recelo desde autonomías como Murcia, como ha puesto de manifiesto este lunes su presidente, Fernando López Miras, y especialmente desde Castilla-La Mancha y Castilla y León -que no llegará a la fase 2 hasta dentro de una semana-, donde se vincula su alto número de casos con la llegada de personas procedentes de la vecina Comunidad de Madrid.

Educación

Además, la ministra de Educación, Isabel Celaá, se reúne esta tarde con el equipo técnico que lidera Fernando Simón, de cara a planificar el reinicio del curso escolar en setiembre, y gana peso la posibilidad de que sea presencial para todos los alumnos, al menos en Infantil y Primaria, los grados en que la teleeducación se ha demostrado más insuficiente.