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Dentro de un año no se podrán vender envases de plástico no reutilizables

Las instituciones ponen coto al uso del plástico ante el grave problema medioambiental que viene generando en los últimos años. A partir de julio de 2021, se prohibirán en el Estado español aquellos envases de dicho material que no sean reutilizables, léase platos, vasos, botellas o pajitas, por poner algunos ejemplos.

Las botellas de plástico estarán prohibidas en el Estado español a partir de julio de 2021. (Johan ORDONEZ/FOKU)
Las botellas de plástico estarán prohibidas en el Estado español a partir de julio de 2021. (Johan ORDONEZ/FOKU)

Un año les queda de vida a cubiertos, botellas o pajitas de plástico, objetos que pasarán a estar prohibidos a partir de julio de 2021, después de que el Consejo de Ministros del Gobierno español haya aprobado el anteproyecto de la ley de residuos, a la que se une la estrategia de economía circular, dos iniciativas ligadas una a la otra para favorecer «un consumo más eficiente y que reduzca nuestra huella ecológica», según ha señalado la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Además, será obligatorio que los establecimientos hosteleros ofrezcan agua del grifo con carácter gratuito, en lugar de embotellada, y estará prohibida la destrucción de algunos productos que no se hayan usado, caso de textiles y juguetes entre otros, también a partir de la fecha citada anteriormente.

Por otro lado, se van recoger toda una serie de medidas para luchar contra la obsolescencia programada que aplican hoy día un buen número de fabricantes, especialmente en lo que se refiere a la industria tecnológica y automovilística, promoviendo «la recuperación de aquellas empresas que llevan a cabo labores de reparación, que han ido perdiendo presencia a lo largo del tiempo», ha reconocido Ribera.

Del mismo modo, se va a regular el movimiento de residuos, orientándolo hacia el reciclado y la posterior reintroducción de dichos productos, de tal modo que su valor no quede reducido a un solo uso y el rendimiento se vea alargado en el mayor tiempo posible. «Se trata de aportar instrumentos para crear una sociedad más sostenible y descarbonizada, que además ofrezca nuevas opciones de empleo», por el abanico de posibilidades que se abren, ha añadido la ministra.

En concreto, ha hablado de una reducción en el uso de materiales del 30% respecto al PIB y del 15% en la generación de residuos el que se plantea en el horizonte de la presente década, con especial incidencia en sectores esenciales como el agrícola-ganadero, construcción, pesquero y forestal, textil y turismo, entre otros. Asimismo, otro de los objetivos es mejorar en un 10% la eficiencia en el uso del agua.

Especial capítulo es el de los desechos alimentarios, en el que Ribera no solo ha visto «razones ambientales, sino también de solidaridad, por la hambruna existente en algunas partes del mundo». Además, ha resaltado la necesidad de fomentar «el consumo de proximidad», una cuestión que se ha convertido de vital importancia con la actual pandemia, «un momento frágil en la cadena de suministros y la limitación en la movilidad».

Ribera ha admitido que «los españoles consumimos anualmente lo que correspondería a dos españas y media, algo de difícil sostenimiento medioambiental»

«Arrojamos ocho millones de toneladas de plástico a los mares anualmente y ello no solo afecta a la cadena trófica, sino que genera también dificultades para la seguridad», ha concluido.