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Pekín

Con casi 9 millones de casos de covid-19, nuevos estudios dudan de que la inmunidad sea duradera

Estudios científicos realizados en China y EEUU apuntan a que los anticuerpos que desarrolla el cuerpo humano contra el coronavirus pueden durar solo dos o tres meses, por lo que la inmunidad contra el patógeno podría no tener efecto a largo plazo. Noticias que llegan cuando la pandemia afecta ya a casi 9 millones de personas, con más de 460.000 muertos.

Personal médico recoge muestras para realizar una prueba de coronavirus en Nueva Delhi. (Prakash SINGH | AFP)
Personal médico recoge muestras para realizar una prueba de coronavirus en Nueva Delhi. (Prakash SINGH | AFP)

La pandemia del nuevo coronavirus originada en la ciudad china de Wuhan ha registrado en las últimas 24 horas un total de 127.000 casos, lo que eleva el total a 8,95 millones de personas contagiadas y más de 468.000 víctimas mortales, según el último balance de la Universidad Johns Hopkins.

De acuerdo con los datos actualizados a las 9.30 de este lunes, el balance global asciende a 8,95 millones de casos y 468.331 víctimas mortales en 188 países y territorios.

El total de personas recuperadas supera los 4,43 millones, con Estados Unidos también al frente de esta lista, con 622.133 personas curadas.

Estados Unidos sigue como el país más afectado, con 2,27 millones de personas contagiadas y 119.969 fallecimientos, tras registrar 24.800 casos en las últimas 24 horas.

Brasil permanece en segunda posición con 1.083.341 contagios y 50.591 fallecidos. Rusia se queda en la tercera posición, con 583.879 positivos y 8.101 muertos.

En cuarta posición, India contabiliza 425.282 contagios y 13.699 fallecidos. A continuación, Gran Bretaña registra 305.803 personas contagiadas y 42.717 muertos, por delante de Perú, con 251.338 y 7.861.

Un jarro de agua frío

A falta de vacuna, en un principio se pusieron muchas esperanzas en lograr la imunidad de grupo o colectiva como método para frenar la expansión de la epidemia. Pero por ahora la prevalencia de la enfermedad entre el conjunto de la población es muy reducida incluso en los estados más golpeados; por ejemplo, el estudio de seroprevalencia publicado en el Estado español en mayo daba una media de un 5%.

Los expertos consideran que para que se logre la inmunidad de grupo debería contagiarse entre un 60% y 70% de la población. Esa tesis da por hecho que con tanta gente que habría generado anticuerpos sería más difícil que el virus pudiera seguir contagiando y, por tanto, desaparecería de forma natural.

Pero, aunque todavía no han sido suficientemente contrastados, algunos estudios de científicos chinos y estadounidenses aseguran que los anticuerpos que desarrolla el cuerpo humano contra el coronavirus pueden durar solo dos o tres meses, por lo que la inmunidad contra el patógeno podría no tener efecto a largo plazo.

Según un estudio de la Universidad de Medicina de Chongqing, en el suroeste de China, que publica este lunes el portal digital Caixin, el nivel de anticuerpos de la gran mayoría de un grupo analizado de contagiados disminuyó significativamente dos o tres meses después de la infección, lo que podría afectar también a las posibilidades de aplicación de las nuevas vacunas en desarrollo.

El estudio, titulado “Evaluación clínica e inmunológica de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2” y publicado en la revista científica “Nature”, comparó los resultados de la detección de anticuerpos en sangre de pacientes asintomáticos y de casos confirmados con síntomas, incluyendo 37 infecciones asintomáticas del condado de Wanzhou en Chongqing.

Los asintomáticos eran 22 mujeres y 15 hombres con edades comprendidas entre los 8 y los 75 años, que se compararon con 37 casos confirmados en similar proporción de sexo y edad.

El estudio comprobó que la mayoría de los infectados produjeron anticuerpos de coronavirus, concretamente la IgG y la IgM, siendo este último el que aparece habitualmente primero y de duración más corta, es el primer anticuerpo que fabrica el organismo para combatir una nueva infección.

En cambio la IgG aparece más tarde y dura más, es el anticuerpo que más abunda en el cuerpo y brinda protección contra las infecciones bacterianas y víricas, pero puede tardar un tiempo en formarse después de una infección.

El estudio encontró que, entre tres y cuatro semanas después de la infección, en su fase aguda, el grupo de pacientes asintomáticos tenía una tasa del 62,2% de IgM y una tasa de IgG del 81,1%.

En el grupo con síntomas la IgM era del 78,4% y la IgG del 83,8%, por lo que el estudio concluye que las infecciones asintomáticas muestran niveles de anticuerpos más bajos que los casos confirmados, aunque son similares en ambos grupos.

Pero el nivel de anticuerpos de la gran mayoría mostró una disminución significativa dos o tres meses después de la infección. En el 93,3% de los casos del grupo asintomático y en el 96,8% del sintomático los niveles de anticuerpos IgG  comenzaron a disminuir temprano en el período de rehabilitación, es decir, 8 semanas después del alta.

Los investigadores también usaron un ensayo de neutralización basado en pseudovirus, con mayor precisión y sin detección separada de tipos específicos de anticuerpos, y encontraron que los niveles de anticuerpos en suero en el 81,1% de los grupos asintomáticos y en el 62,2% de los sintomáticos disminuyeron.

¿La vacuna tendría que ser más fuerte que el virus?

Eleanor Riley, profesora de inmunología de la Universidad de Edimburgo (Escocia), citada por Caixin, considera que los resultados de este estudio «no son sorprendentes» porque las muestras son principalmente de personas asintomáticas y ligeramente infectadas, y su respuesta inmune es más débil que la de otros pacientes.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe científico el 24 de abril en el que aseguraba que no hay «ninguna evidencia» que pueda probar que los anticuerpos producidos tras la infección por coronavirus puedan proteger al cuerpo de una segunda infección.

Danny Altmann, profesor de inmunología en el Imperial College of Technology (Londres), comenta sobre el estudio de Chongqing que, aunque la muestra es pequeña, es consistente con las preocupaciones anteriores: «La inmunidad del nuevo coronavirus producida naturalmente por la población puede ser muy corta».

Akiko Iwasaki, inmunólogo de la Universidad de Yale (EEUU), resalta que el principio de las vacunas es permitir que se produzcan anticuerpos neutralizantes para defenderse contra el virus y que, si los anticuerpos producidos por infecciones naturales son débiles y a corto plazo, la vacuna puede necesitar ser «más fuerte» que el virus, lo que causaría dificultades en su desarrollo.

Otro estudio de científicos chinos y estadounidenses publicado la semana pasada en el portal médico medRxiv.org analizó a 23.000 trabajadores sanitarios de los hospitales de Wuhan, el epicentro de la pandemia, directamente expuestos a pacientes.

Los expertos estimaban que al menos un cuarto de los mismos estaban infectados de coronavirus, pero solo un 4% de los 23.000 había desarrollado anticuerpos tras los análisis realizados.