Tras las concentraciones convocadas el pasado día 26 de junio, que tuvieron un importante seguimiento, y ante la nula respuesta del Departamento de Salud, todos los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO, UGT y ESK han salido a la calle a protestar de nuevo este jueves. Las movilizaciones ante sedes de Lakua «han sido ampliamente secundadas por los y las trabajadoras de Osakidetza y por la propia ciudadanía».

En un comunicado conjunto expresan que «nuestra valoración es, nuevamente, muy positiva y, sin duda, constituye la muestra evidente de la precaria situación que se vive en los centros de trabajo y de la necesidad de cambiar de raíz las políticas públicas en materia de salud».

Advierten al unísono de que la crisis del coronavirus ha puesto en evidencia «la importancia de los servicios públicos, y en concreto, de la sanidad pública».  

Lamentan, sin embargo, que en los últimos años, «hemos sido testigos del debilitamiento de la sanidad pública, cuyas consecuencias han sido patentes a la hora de hacer frente a esta crisis sanitaria».

Destacan «el esfuerzo e implicación de la plantilla» como elementos fundamentales que «han conseguido paliar las carencias de nuestro sistema sanitario, tal y como también sucede en el día a día».

Critican, en este caso, «ha desempeñado su labor en unas condiciones absolutamente excepcionales: cargas de trabajo inaceptables; falta alarmante de medidas de protección; y equipos integrados por personal escaso al que Osakidetza no ha formado ni dotado de medios adecuados ni suficientes para afrontar esta crisis».

Las consecuencias de esta situación suponen «una plantilla exhausta, física y psicológicamente, con una profesional fallecida; más de 2.000 profesionales contagiados por la falta de medidas de protección».  

Medidas urgentes y necesarias

En el comunicado conjunto, SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO, UGT y ESK exigen de nuevo al Gobierno de Gasteiz y al Departamento de Salud que, «de manera urgente y sin más dilación», cambie de raíz sus políticas públicas.

Para ello, demandan «partida presupuestaria para la sanidad pública que se equipare a la media de la UE» y en materia de empleo «el aumento de la plantilla, con la incorporación a la plantilla estructural de los empleos ocultos en fraude» y «la consolidación de trabajadoras  eventuales que estabilicen la plantilla y eviten la fuga de profesionales formados por Osakidetza con dinero público».

Pero, además, entienden que es imprescindible «la reversión de todos los recortes: recuperación del poder adquisitivo, desarrollo profesional, primas de jubilación anticipada, etc».

Exigen que se termine con los servicios privatizados y se garantice la salud y la seguridad de la plantilla, «tanto ante un eventual rebrote del coronavirus, como en su labor diaria». Porque, según concluyen, «ahora más que nunca se necesita una sanidad pública y de calidad».