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La ley que amarraría al norte de Irlanda tras el Brexit supera el primer trámite parlamentario

El primer ministro británico, Boris Johnson, hizo valer la amplia mayoría tory en el Parlamento para lograr el primer aval a la ley con la que pretende incumplir el acuerdo con la UE por el que se comprometió a no reinstaurar la frontera entre el norte y sur de Irlanda. No obstante, el malestar es patente entre las filas conservadoras y la verdadera prueba de fuego llegará la semana que viene.

El primer ministro británico, Boris Johnson, se dirige a los Comunes
El primer ministro británico, Boris Johnson, se dirige a los Comunes

La controvertida ley sobre el mercado interno, que el Gobierno británico pretende aprobar en contra de lo pactado con la Unión Europea en el acuerdo del Brexit, pasó a última hora del lunes con holgura su primer test parlamentario, aunque todavía se enfrentará a nuevos obstáculos.

Con el apoyo de 340 diputados y el rechazo de 263, el primer ministro, Boris Johnson, hizo valer la amplia mayoría absoluta con la que cuenta en la Cámara de los Comunes (baja), pero no consiguió frenar el coro de voces cada vez mayor dentro de su propio partido que denuncia que el proyecto de ley viola el derecho internacional.

Estas cifras no espantan del todo el fantasma de una rebelión «tory», ya que el apoyo a la norma fue 24 votos inferior al número total de diputados conservadores. Una quincena de electos conservadores votó en contra, y un puñado se abstuvo. No obstante, haría falta la deserción de más de medio centenar para inquietar a Johnson.

La verdadera prueba para la ley llegará la semana que viene, cuando está previsto que se voten las enmiendas a las provisiones sobre el norte de Irlanda, meollo de la cuestión y origen de la vulneración de lo acordado con la UE.

Johnson ve cada día cómo el rechazo a la ley con la que amenaza con reinstaurar la frontera en el interior de Irlanda  crece en sus propias filas, con destacados «tories» que se suman al disenso.

Consulta previa al Parlamento

Si en los últimos días fueron sus antecesores en Downing Street Theresa May y John Major quienes mostraron su rechazo al plan de Johnson, el lunes se sumaron el primer ministro conservador David Cameron, que convocó el referéndum sobre el Brexit, y su propio ministro de Economía hasta febrero, Sayid Javid.

En el debate previo a la votación, y para tratar de evitar una revuelta en sus propias filas, Johnson se comprometió a consultar al Parlamento en el futuro antes de ejercer las potestades que le ofrecería la ley de Mercado Interno.

Ese es precisamente el objetivo de una enmienda presentada por el conservador Bob Neill, que amenaza con reunir cierto apoyo entre los «tories», y que será votada también la semana que viene.