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Johnson anuncia un invierno con nuevas restricciones y sanciones más duras para frenar la pandemia

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado nuevas restricciones contra la pandemia en Inglaterra y su disposición a endurecer las medidas, previendo que se mantendrán al menos seis meses. Bares y restaurantes cerrarán a las 22.00, aumentarán las multas y el Gobierno recurrirá al Ejército para apoyar a la Policía.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha dibujado un sombrío panorama para los próximos seis meses. (Paul ELLIS/AFP)
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha dibujado un sombrío panorama para los próximos seis meses. (Paul ELLIS/AFP)

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha preparado este martes a su país para un invierno con más restricciones y ha asegurado que endurecerá las medidas contra la pandemia  si los ciudadanos no respetan las normas.

«A menos que actuemos, el riesgo es que tengamos que recurrir a medidas más duras después, cuando las muertes ya hayan aumentado y tengamos una cantidad de infecciones como en la pasada primavera», ha afirmado Johnson antes de repasar las nuevas normas lanzadas por su Gobierno, cuyo incumplimiento estará castigado con multas de hasta 10.000 libras (10.878 euros).

Ha añadido que se reserva «el derecho a ir más lejos» si no se cumplen las reglas, sugiriendo un nuevo confinamiento nacional, que «no solo amenazaría los puestos de trabajo, sino también el cariñoso contacto humano del que todos dependemos».

Cierre de bares y restaurantes a las 22.00

Las principales medidas implantadas por el Ejecutivo van desde el cierre de bares y restaurantes a las 22.00 hasta la recomendación de que todo aquel que pueda hacerlo trabaje desde casa

En bares y restaurantes solo se permitirá servicio en mesa, mientras que el número de invitados a bodas se baja a un máximo de 15.

También se impondrá una multa de 200 libras (216 euros) a quienes no lleven mascarillas donde sea requerido, como comercios o transporte público.

Estas disposiciones corresponden a Inglaterra –en su mayoría obligatorias a partir de la próxima semana- dado que Escocia, Gales y el norte de Irlanda toman las suyas propias. En Escocia  la ministra principal, Nicola Sturgeon, ha anunciado este martes que no se permitirán las visitas a hogares ajenos a partir de mañana. 

La advertencia de Johnson intenta hacer ver que puede tratarse solo de una batería provisional de medidas de choque para frenar el inexorable avance de la pandemia.

Cada día trae un nuevo pico respecto al anterior: los casi 5.000 nuevos contagios anunciados en las últimas 24 horas suponen un máximo desde el 7 de mayo, y las 37 muertes representan el número más elevado desde el 14 de julio.

El primer ministro no quiere que se reproduzca el escenario de la pasada primavera, cuando la lentitud del Gobierno en reaccionar supuso que Gran Bretaña se convirtiese en el país europeo más golpeado por el coronavirus y él mismo sufriese en sus carnes los rigores de la enfermedad.

Uso del Ejército

Johnson ha optado por una vía intermedia entre quienes en su gabinete –como el ministro de Economía, Rishi Sunak–, son partidarios de limitar al máximo las restricciones para no dañar la economía, y las propuestas de los que propugnan un confinamiento de dos semanas para frenar la expansión de la pandemia.

Pese a todo, la intención del Gobierno de Johnson es asegurar un mayor cumplimiento de las normas, que han tenido un seguimiento bastante relajado en ocasiones. Para ello, ha adelantado que contará con el apoyo de las fuerzas armadas para reforzar el trabajo de la Policía cuando se estime necesario.

Johnson ha retrasado hasta primavera el cambio en la situación de la pandemia. «Nuestros médicos y asesores (...) son unánimes en que las cosas estarán mucho mejor para primavera, cuando tendremos no solo la esperanza de una vacuna, sino también test masivos tan eficaces que la gente pueda tener los resultados en minutos para hacer las cosas que desean», ha señalado.

Después de defender que setiembre sería el mes de la vuelta a las clases y a la oficina, ahora el primer ministro ha variado su discurso y ha exhortado a la población a seguir trabajando desde casa siempre que sea posible,