Imanol INTZIARTE

Pincelada de Racing y festival de Exeter, dos caminos para llegar a la final de la Champions Cup

Los parisinos han derrotado a Saracens en un partido extremadamente táctico decidido por una jugada entre Russell, Vakatawa e Imhoff (19-15), mientras que los ingleses han dibujado una gran obra coral para imponerse a Toulouse (28-18). La final de se jugará el 17 de octubre en Bristol.

Los jugadores de Exeter Chiefs celebran uno de sus cuatro ensayos ante Toulouse. (GEOFF CADDICK / AFP)
Los jugadores de Exeter Chiefs celebran uno de sus cuatro ensayos ante Toulouse. (GEOFF CADDICK / AFP)

La Champions Cup de rugby inscribirá el nombre de un nuevo campeón en su palmarés. Racing, subcampeón en 2016 y 2018, y Exeter, que jugará su primera final, se verán las caras el 17 de octubre en Ashton Gate, Bristol, para dilucidar quién se queda con el trofeo en esta extraña temporada que terminará cinco meses después de lo previsto.

El vigente campeón, Saracens, ha besado la lona al caer derrotado en París ante un Racing con el biarrota Teddy Thomas en el XV inicial. El partido, disputado en un La Défense Arena cuya puesta en escena hace que un encuentro otoñal a primera hora de la tarde parezca una macrodiscoteca de madrugada –llámenme antiguo si quieren–, ha sido un dolor de ojos para cualquier espectador acostumbrado a presenciar competiciones como el Super Rugby o el Mitre 10 neozelandés.

El pánico al error ha convertido el duelo en un tedioso, árido, aburrido, espeso –y así hasta el infinito– intercambio de patadas tácticas, con el objetivo de forzar golpes de castigo y pasar por caja cobrando de tres en tres.

Así se ha llegado a la recta final, con 12-15 en el marcador. Y ha sido entonces cuando Racing se ha dado cuenta de que en ese terreno tenía las de perder ante un rival que vive cómodo picando roca y que contaba en su línea de tres cuartos con material de sobra para dinamitar lo que había enfrente.

Ahí ha aparecido Finn Russell para superar con una patadita por encima a la primera cortina londinense y asistir a Vakatawa, que ha devuelto el oval al apertura escocés y este se la ha regalado a Imhoff para que posara el único ensayo del partido (19-15). Restaban cinco minutos y ese chispazo ha servido a los franceses para regresar a la final, dos temporadas después de su derrota en San Mamés.

A pecho descubierto

Mucho más agradable y entretenida ha sido la otra semifinal, jugada en el tradicional Sandy Park, con aroma a hierba recién cortada y cerveza en vaso de plástico incluso a traves del televisor. Exeter Chiefs y Stade Toulousain han protagonizado un intenso partido a pecho descubierto, nada que ver con el anterior.

Los galos han comenzado mejor, dominando la posesión (0-6), pero los locales han confiado en sus virtudes –son una de esas ‘rara avis’ europeas que busca la banda y no los palos cuando tiene un golpe a favor– y la pujanza de su delantera les ha permitido sumar tres ensayos hasta abrir hueco en el ecuador de la segunda mitad (21-11). El apertura Joe Simmonds ponía la puntilla a diez minutos del final (28-11), aunque Toulouse, que ha caído con la cabeza muy alta, ha tenido tiempo de recortar distancias antes de despedirse con la cabeza muy alta (28-18).

Aún sin público que la coreara, por la megafonía sonaba la misma musiquilla de tambores y cánticos indios que en Arrowhead, el campo de los Kansas City Chiefs de la NFL. Ellos ganaron la Superbowl en febrero, quizá sus ‘hermanos de tribu’, líderes de la Premier, repitan la gesta a este lado del Atlántico. Argumentos tienen para ello.

Bristol-Toulon en la Challenge Cup

Por su parte, Bristol y Toulon –un recién llegado a estos lares y un reciente rey de Europa en horas no tan altas– se enfrentarán en la final de la Challenge Cup.

En semifinales, los ingleses se deshicieron el viernes de Bourdeaux-Begles. Se llegó al minuto 80 con empate a 20, pero en la prórroga los Bears pasaron por encima de sus rivales con un parcial de 17-0, para plantarse en el 37-20 definitivo.

Este sábado Toulon, con el senperetarra Charles Ollivon en sus filas, ha derrotado sin excesivos apuros a Leicester Tigers (34-19).

La final se disputará el viernes 16 de octubre, a las 21.00, en la localidad francesa de Aix-en-Provence, cerquita de Toulon.