Nacido en Verbania el 25 de julio de 1996, el gigantón de Ineos Filippo Ganna –flamante campeón del Mundo contra el crono– ha sido el ganador de la quinta etapa del Giro, 225 kilómetros entre Mileto y Camigliatello Silano, sumando primer triunfo en una etapa en línea desde que diera el salto a profesionales en 2017 y devolviendo a Ineos la sonrisa después del desgraciado abandono de Geraint Thomas.

La forma en la que se ha escapado en plena ascensión al Valico di Montescuro, descolgando a dos galgos como Thomas De Gendt y el colombiano de Movistar Einer Rubio –enfurruñados los dos después de que el ciclista flamenco acusara poco menos que de «chuparruedas» al joven escalador sudamericano–, que han visto frenada su persecución a una escapada de la que Ganna ha formado parte desde el inicio y que en al largo y duro ascenso del Valico di Montescuro se ha ido desgranando uno a uno. Aparte de Ganna, la fuga la han formado Salvatore Puccio –Ineos–, Héctor Carretero –Movistar–, Carl Frederik Hagen –Lotto Soudal–, Jhonathan Restrepo –Androni–, Valerio Conti –UAE–, Edoardo Zardini –Vini Zabú–, y Jan Tratnik –Bahrain–.

Entre la lluvia y la niebla, todo parecía un mano a mano entre Thomas De Gendt y Rubio, pero entre que estos dos han acabado enfurruñados y que en el pelotón tampoco han dado permiso para que hubiera una fuga en la meta de Camigliatello Silano, Filippo Ganna ha decidido jugársela a cinco kilómetros para alcanzar la cima.

«Me han dicho que apretara y eso es lo que he hecho: darlo todo, y he llegado a la meta», ha comentado este exultante e insultante jovenzuelo, al que muchos han empezado a ver similitudes con todo un Miguel Indurain, en cuanto que a su capacidad de volar contra el crono ha demostrado ser un corredor mucho más completo, capaz de ir al ritmo de los mejores en una respetable cuesta, y descender sin dejarse recuperar su ventaja en un pelotón que ha comandado un excelso bajador como Vincenzo Nibali.

El «Tiburón de Messina» ha vuelto a oler sangre en cuanto que Yates ha vuelto a flaquear en los instantes finales de la ascensión, así como el ecuatoriano ganador en el Etna Jonathan Caicedo, que ha cedido mucho antes de lo esperado, cediendo su segunda plaza a un Pello Bilbao que ha sido octavo en la etapa y, sin dar demasiado la cara, ha estado con los mejores.

Por detrás de un eufórico Ganna, que se pone con la maglia verde de rey de la montaña –otra similitud con Indurain, cuando en el Tour de 1989 se puso el maillot de topos rojos tras imponerse en Cauterets, siendo aquel su primer maillot clasificatorio importante– Joao almeida ha arañado cuatro segundos de bonificación al acabar tercero en la meta, pese a que en los kilómetros finales de la ascensión al Valico di Montescura se le ha visto sufrir, aunque sin llegar a descolgarse.

Giro, quinta etapa:

1-Filippo Fanna (Ineos) 5h59:17

2-Patrick Konrad (Bora) a 37

3-Joao Almeida (Deceuninck) m.t.

4-Wilco Kelderman (Sunweb) m.t.

5-Lucas Hamilton (Mitchelton-Scott) m.t.

6-Jai Hinley (Sunweb) m.t.

7-Harm Vanhouke (Lotto Soudal) m.t.

8-Pello Bilbao (Bahrain) m.t.

9-Jakob Fuglsang (Astana) m.t.

10-Fausto Masnada (CCC) m.t.

Clasificación General:

1-Joao Almeida (Deceuninck) 17h06:23

2-Pello Bilbao (Bahrain) a 43

3-Wilco Kelderman (Sunweb) a 48

4-Harm Vanhouke (Lotto Soudal) a 59

5-Vincenzo Nibali (Trek) a 1:01

6-Domenico Pozzovivo (NTT) a 1:05

7-Jakob Fuglsang (Astana) a 1:19

8-Steven Kruisjwijk (Jumbo) a 1:21

9-Patrick Konrad (Bora) a 1:26

10-Rafal Majka (Bora) a 1:32

La Flecha Brabanzona, para Alaphillipe

Mientras tanto, el campeón del Mundo de fondo en carretera, Julian Alaphillipe, ha esquivado la maldición del maillot arco iris al imponerse en un cerrado sprint a Matthieu Van der Poel –ganador del año pasado– y Benoit Cosnefroy. Una prueba en la que Omar Fraile también ha dado un gran nivel, aunque no haya podido estar en el corte bueno.

Pero al igual que le sucediera en Lieja, Alaphillipe ha vuelto a celebrar antes de hora su victoria, amén de dar un oportuno bandazo para frenar un poco a Van del Poel. En todo caso, el corredor de Deceuninck casi se ha visto sorprendido por el ciclista neerlandés, el único, junto con el sorprendente Cosnefroy, que ha estado a la altura del campeón del Mundo cuando este ha lanzado sus ataques en los temibles pasos por el muro de Moskestraat.