Arrasate ha resaltado que todo el club se encuentra «supercontento» por el histórico triunfo en un partido «muy difícil». Así, ha señalado que el Athletic «es un rival rocoso, que concede muy poco y al que es difícil meterle mano».

Ha reconocido, asimismo, que la afición «no se acordará tanto del juego» mostrado por los rojillos, como por el resultado en un día tan señalado. «Por la situación en la que estábamos, más las bajas, más el rival que teníamos delante, sabíamos que era lo que tocaba», ha justificado.

Arrasate ha valorado «lo bien» que está defendiendo su equipo –cuatro partidos con la portería a cero de seis disputados–, lo que le ha llevado a sumar siete de los últimos nueve puntos en juego, tras caer frente al Levante en El Sadar.

Ha destacado la importancia de los cambios llevados a cabo en el segundo tiempo, en especial el de Kike Barja, cuyo «chispazo» ha sabido rentabilizarlo la escuadra navarra. Se ha desecho en halagos hacia el de Noain, pues contar con él es «una gozada».

Pese a no salir de inicio en una fecha tan señalada, «ha aprovechado al máximo los minutos que ha tenido. Es ADN Osasuna y me alegro que haya sido decisivo hoy en el partido», ha indicado.

Como todo no pueden ser alegrías, también se ha referido a la lesión de Aridane. «Está preocupado» porque en las primeras exploraciones «ha habido dudas y hasta que le hagan las pruebas oficiales el lunes, no vamos a saber. Cruzaremos los dedos para que sea lo menos posible», ha concluido.