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Cada año se vierten 229.000 toneladas de plástico al Mediterráneo

Cada año se vierten al Mediterráneo unas 229.000 toneladas de plástico, una cifra que podría doblarse en 2040 si no se toman medidas, según un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que reclama una mejor gestión de los residuos en las cien ciudades que más contaminan.

Residuos de plástico en una playa de Marsella. (Nicolas TUCAT/AFP)
Residuos de plástico en una playa de Marsella. (Nicolas TUCAT/AFP)

Cada año se vierten al Mediterráneo unas 229.000 toneladas de plástico, el equivalente a más de 500 contenedores de transporte al día, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que advierte de que esta cifra podría doblarse en 2040 si no se toman medidas.

Esta es una de las conclusiones del informe ‘Mare Plasticum: El Mediterráneo’ que ha elaborado la UICN dentro de su programa ‘Cerrar el grifo del plástico’ a partir de estudios de campo y utilizando su propia metodología para analizar los vertidos de 33 países de la cuenca mediterránea.

Entre las conclusiones de este análisis destacan que más de un millón de toneladas de plástico se han acumulado ya en el Mediterráneo o que los macroplásticos resultantes de residuos mal gestionados constituyen el 94 % del total de los vertidos de este residuo que se realizan al mar.

Además, señala que una vez que el plástico llega al Mediterráneo se deposita en su mayor parte en los sedimentos en forma de microplásticos es decir, partículas de menos de 5 milímetros.

Los más contaminantes

Egipto, con unas 74.000 toneladas al año; Italia, con 34.000 toneladas y Turquía, con 24.000 toneladas anuales, son los países con las tasas más altas de vertidos de plástico en el Mediterráneo, según las conclusiones del estudio, que atribuye estos datos a «las grandes cantidades de residuos mal gestionados y a sus grandes poblaciones costeras».

En lo que respecta a vertidos al mar per cápita, los niveles más altos los tienen Montenegro, con 8 kilos anuales de plástico por habitante, seguido de Albania, Bosnia Herzegovina y Macedonia del Norte, cada uno de ellos con una contribución estimada de 3 kilos al año por persona.

En cuanto a los microplásticos primarios (los plásticos que entran en los océanos en forma de pequeñas partículas, en oposición a los residuos más grandes que se degradan en el agua), el estudio de la UICN estima en unas 13.000 toneladas los vertidos anuales de este tipo que se hacen al Mediterráneo.

Neumáticos, textiles y cosméticos

Señala asimismo que el polvo de los neumáticos es la mayor fuente de estos vertidos (53%), seguido de los textiles (33%), las microesferas de cosméticos (12%), y la producción de pellets (2%).

En otro de sus apartados, el informe analiza los diferentes escenarios de vertidos y las medidas a adoptar para reducir los flujos de plásticos en el Mediterráneo en los próximos 20 años, tomando como base un aumento anual proyectado del 4% en la producción mundial de plásticos.

La conclusión a la que llega es que, en un escenario de continuidad, los vertidos anuales alcanzarán las 500.000 toneladas en 2040, y subraya que se requerirán «intervenciones ambiciosas más allá de los compromisos actuales» para reducir la contaminación de plásticos en el mar.

Para Antonio Troya, director del Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN, los gobiernos, el sector privado, las instituciones de investigación y otras industrias y consumidores deberían «rediseñar procesos y cadenas de suministro, invertir en innovación y adoptar patrones de consumo sostenibles y mejores prácticas de gestión de residuos para cerrar el ‘grifo del plástico’».

Minna Epps, directora del Programa Mundial Marino y Polar de UICN, ha advertido por su parte del peligro que representan los vertidos plásticos para los animales marinos «que pueden enredarse o tragar los desechos y terminar muriendo de agotamiento e inanición», así como para los ecosistemas y la salud humana «en un mar semicerrado como es el Mediterráneo».

Gestión y prohibiciones

Según el estudio, se podría evitar el vertido de más de 50.000 toneladas de plástico anuales en el Mediterráneo si se mejorara la gestión y la recogida de los residuos «solo en las cien principales ciudades que más contribuyen, de acuerdo con las normas de mejores prácticas mundiales».

Destaca además que las prohibiciones pueden ser «intervenciones eficaces si se aplican ampliamente» y como ejemplo cita que «una prohibición mundial de las bolsas de plástico en la cuenca reduciría los vertidos en unas 50.000 toneladas más al año».