Lúa Ribeira, cuando la fotografía es una vía para establecer puentes con los expulsados por la sociedad

Data

23.03.17 - 23.07.02

Lekua

Gipuzkoa - Donostia

Lúa Ribeira posa junto a la obra fotográfica que expone en Artegunea.
Lúa Ribeira posa junto a la obra fotográfica que expone en Artegunea. (Gorka RUBIO | FOKU)

Lúa Ribeira (As Pontes, A Coruña, 1986) presenta en la sala Artegunea de la Kutxa (situada en Tabakalera) ‘Subida al cielo’, exposición en la que exhibe el trabajo realizado en cinco proyectos distintos de fotografía. Desarrollados entre 2016 y 2020, las imágenes tienen en común el hecho de que la autora pone el foco a colectivos que la sociedad deja apartados en los márgenes. Grupos de migrantes captados en Tijuana y Melilla, personas con diversidad funcional que conviven en un centro de Galicia son ejemplo de ello.

Repartidos en dos plantas, el visitante puede ver un total de 74 obras. Los suyos son microrrelatos que nos   alejan del estereotipo. El proceso creativo de Ribeira tiene como punto de partida el reconocimiento de la vulnerabilidad socio-histórica de su identidad gallega. Formada en Gran Bretaña, a la joven fotógrafa le despierta interés lo relacionado con los mecanismos de expulsión. Se sumerge en un continuo cuestionamiento de la cultura dominante, trascendiendo los límites y trabajando fuera de las separaciones estructurales establecidas entre diversas comunidades e individuos que forman parte de las sociedades de hoy en día.

Sus imágenes rompen la mirada habitual. No es una mera observadora, sino que toma parte activa en el encuentro con la persona retratada invitando a esta a participar en un proceso de teatralización o de juego. En algunas ocasiones se vale de máscaras para ello.

La artista ha recorrido diversos territorios, desde los fríos parques de Gran Bretaña a las fronteras entre Marruecos y Europa por una parte, y México y Estados Unidos por otra, pasando por las verdes tierras gallegas al árido paisaje andaluz. Todas ellas comparten la metodología de trabajo y la motivación política.

Cinco series

‘Subida el cielo’ abre la muestra y le da título a la muestra. Y también fue «el punto de partida de una nueva forma de trabajar», ha recalcado en la presentación la comisaria Sonia Berger. Iniciado en 2017, refleja el trabajo realizado en Gran Bretaña, en cuyos circuitos artísticos participa Ribeira –su obra apenas se conoce en el Estado español–. La serie nace con la intención de utilizar la fotografía para crear imágenes más mitológicas o atemporales con un tema que subyace, el dolor, entendido como una experienci que une a las personas.

Algunos de los retratados reflejan la realidad más mundana, la que sufre, se piensa, mientras que otros protagonistas remiten al motivo de esos pensamientos, la imaginación, la mitología y sus criaturas...

Ribeira también ha querido acercarse a una institución religiosa que en Galicia natal atiende a un colectivo de mujeres con diversidad funcional. No dudó en compartir con ellas dos veranos, y gracias a los encuentros mantenidos con ellas, pudo entablar una relación antes de comenzar a retratarlas. La serie se llama ‘Aristócratas’ y en una de las fotografías se puede ver a las mujeres haciendo que toman el té.

Es la manera en que entiende su proceso artístico. A partir de esa experiencia «transformadora» es cuando surge la posibilidad de abordar el trabajo fotográfico. Comienzo a reflexionara sobre la idea de ‘capacidad’ como construcción social en relación a la normalidad y cuál es la función de esa exclusión en este tipo de grupos para el resto de la sociedad», explica.

La visita realizada durante la Semana Santa a Puente Genil (Córdoba), le permite jugar con la realidad que viven diversas zonas del Estado español. En ‘Las visiones’ no se ven las celebraciones, sino los rostros de algunos de los vecinos que asisten a ellos, entre ellas niñas, entre otras imágenes. La fotógrafa encuentra algo catártico en las imágenes religiosas tan fuertes, tan barrocas. «Nos permiten reflejarnos en el sufrimiento que está por venir», ha afirmado.

Ribeira ha aglutinado bajo el nombre de ‘La jungla’ las fotos realizadas en Tijuana, llevado a cabo en el marco de un proyecto colectivo de la agencia Magnum, a la que pertenece desde 2018. Utiliza un lenguaje alejado del periodístico y aborda el trabajo de una forma conscientemente más ambigua. «Entro en lugares donde también adopto una posición vulnerable y me dejo llevar por otros, para crear otras formas de existir o de relacionarnos. Por eso me interesa tanto el lenguaje visual, porque no hay asertividad», comenta.

‘Los afortunados’ es su serie más reciente y se desarrolla en Melilla, con un grupo de jóvenes que intentan llegar a Europa. A través de la convivencia surgen temas que previamente no había pensado tratar. Las imágenes quieren plasmar los momentos de riesgo y adrenalina, supervivencia, constante estrategia y hermandad que viven los protagonistas, en contraposición a «esa visión mediática que lleva años construyéndose».

Desde su propio cuestionamiento inicial, Ribeira pretende plantear preguntas al espectador y generar incertidumbre. «Mi acercamiento a la fotografía se da desde un planteamiento filosófico, no por la imagen que puedo encontrar», ha explicado. «Las obras se sitúan fuera del tiempo, mi objetivo es descolocar al público». Inmersa en un proceso de aprendizaje continuo, se trata de poner en duda las diversas construcciones sociales que nos son transmitidas por la sociedad.

No le interesa la fotografía sino la imagen. «Se supone que ya hemos asumido que la fotografía no es la verdad, sino una visión subjetiva, cercano a algo pictórico. La imagen es otro lenguaje, tendemos a relacionarlo con el lenguaje literal y creo que la sociedad aún no está preparada para ello».

Es de destacar que la muestra incluye diverso material de apoyo utilizado a modo de inspiración. Imágenes de varias obras de Goya, fotografías de prensa, estampas, se aglutinan en sobre las mesas en las que también se exponen páginas de sus cuadernos de trabajo. Anotaciones y dibujos reflejan el trabajo de Ribeira.

El particular universo de una creadora que invita al espectador a ponerse frente a su obra con total libertad. «No hay nada que saber, no hay nada que entender», ha incidido. Reflejo de ello, la decisión de exponer las fotografías sin ningún texto explicativo que condicione al visitante.

El horario de visita es de 12.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 de martes a domingo. Entrada libre.

El proyecto expositivo ha ido de la mano del libro que ha publicado –editado por Dalpine para Kutxa Fundazioa– y que está a la venta en Artegunea. La publicación ha contado con la participación de Sonia Berger en labores de edición.

La exposición está abierta hasta el 2 de julio. Se ha organizado visitas guiadas –17.30 en euskara, 18-30 en castellano– todos los domingos. Y el 20 de abril tendrá lugar una conversación entre Ribeira y Berger, gratuita, con inscripción en la web. Se emitirá en streaming a través de Youtube.  

Kokapena

Artegunea
Plaza de las Cigarreras, 1
Donostia. Gipuzkoa