Una muestra antológica «hace justicia» a la obra de Carlos Sanz en Kubo Kutxa

Data

22.10.21 - 23.01.22

Lekua

Gipuzkoa - Donostia

La muestra de Carlos Sanz se abre este viernes.
La muestra de Carlos Sanz se abre este viernes. (Jon URBE | FOKU)

La sala Kubo Kutxa alberga desde el 21 de octubre y hasta el 22 de enero de 2023 una exposición antológica compuesta por cerca de 130 obras de Carlos Sanz (1943-1987). La muestra y el catálogo editado son el fruto de un proyecto de investigación y recuperación de la creación artística del artista donostiarra en la que se han implicado Kutxa Fundazioa y Gordailua.

Los primeros pasos se dieron en 2019, fecha en que su hermano Miguel Sanz depositó varias obras en el Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa propiedad de la Diputación. En 2021 llevó a cabo la donación de una notable cantidad de piezas.  

El proceso ha sido arduo porque la obra se encontraba en un estado preocupante al haber estado guardado en un lugar con humedad, poco propicio para ello. «El proyecto ha sido muy intenso en todas sus vertientes: estudio, investigación, restauración y difusión», ha reconocido este jueves Mikel Lertxundi, comisario de la muestra.

Tras analizar todo el material de Gordailua y otras obras custodiadas en diversos fondos institucionales y privados, Lertxundi propone una selección de unas 130 piezas realizadas entre 1963 y 1986. Conforman un recorrido cronológico en la breve pero prolífica trayectoria de Sanz, en una exposición en la que las obras se acompañan de material documental inédito.

A pesar de que su obra es conocida y valorada en el círculo artístico, la de Sanz es una figura que ha permanecido en la sombra para el gran público durante 25 años. Los responsables de la muestra invitan a acercarse a conocer la obra de «este magnífico artista, que, de no ser por sus circunstancias, sin duda habría alcanzado otra posición en el panorama del arte más allá de lo local».

En la presentación de hoy han estado presentes Mikel Lertxundi, comisario de la muestra; Cristina Uriarte, en representación de la familia; Ana Abalde, responsable de Kubo Kutxa; Ander Aizpurua, director de Kutxa Fundazioa y Harkaitz Millán, diputado de Cutlura.

Todos ellos comparten la idea de «hacer justicia» a la figura y la obra de Sanz. La exposición está formada por 57 óleos, 46 dibujos, 16 colllages, 3 grabados y 13 documentos de diverso tipo.

Uriarte se ha mostrado emocionada en el acto de presentación. «La exposición mantiene vivos su obra y su recuerdo», ha señalado. Ha recordado su socarronería y su humor cáustico, al tiempo que ha dicho que fue «amigo de sus amigos».

Enfermedad

La vida de Sanz estuvo marcada desde niño por la enfermedad. A los 13 años estaba cojo y dejó de ir a la escuela, por lo que se dedicó a observar lo que le rodeaba y a plasmarlo en los lienzos. Dotado de una gran inteligencia, su sufrimiento tuvo reflejo en su obra. Ejemplo de ello son las masas sin forma –a medio camino entre cadáveres desmembrados, insectos o crisálidas– insertadas en un espacio que irá ganando en definición como ‘lugar’ con el transcurso del tiempo.

«Hizo de la angustia vital su motivo artístico. Era hemofílico, lo que le hizo llevar una existencia llena de dificultades físicas y vivir con el temor constante a una muerte temprana, como finalmente ocurrió. El sufrimiento, el horror, el absurdo están muy presentes en la obra de Sanz. Debe entenderse, tal y como manifestaba él mismo, a modo de ejercicio de liberación, de catarsis», ha contado Lertxundi.  

Compromiso

Fue comunista y su creación en los ámbitos de la pintura y la poesía está caracterizada por un gran compromiso social y político. Trató temas como el de la represión y la falta de libertad  –política y sexual–.

En Kubo Kutxa el visitante puede ver una serie dedicada a Franco, quien aparece en su lecho de muerte –expresa un anhelo de futuro– o con el rostro desdibujado en otra de las pinturas. Sanz también utilizó el arte para denunciar la Guerra de Vietnam.

Asimismo, Lertxundi ha destacado su poso de artista clásico, señalando la evidente relación entre su obra y la de los grandes maestros. En especial, sus pinturas reflejan una gran influencia del arte barroco.

Autor principalmente autodidacta y lector empedernido, se implicó en la vida cultural tomando parte en iniciativas como el grupo Gaur.

Recorrido

La exposición de divide en tres espacios. En el primero se ven los primeras obras de Sanz, cuya producción artística, iniciada de niño, se paralizó en los años dedicados a los estudios de Derecho. «Fueron cuatro años tras los cuales volvió con una obra ya madura», ha remarcado Lertxundi en la visita realizada a la muestra.

El arquitecto Aritz González se ha encargado de diseñar la estructura central que ha permitido mostrar sus dibujos y pinturas de menor tamaño en la segunda sala haciendo un guiño a la articulación espacial, elemento que está presente en la propia obra de Sanz. Ejemplo de ello son las ventanas y puertas. Es la sala donde el visitante puede conocer su obra más canónica.

La tercera sala alberga una selección de collages y obras y documentos que reflejan su dedicación a la poesía. El visitante puede ver su pasión por el cine, la literatura y el grabado, al tiempo que es notable su creciente interés por la riqueza cromática.

El horario de apertura es de 12.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 de martes a domingo. La entrada es gratis.

También se han organizado visitas comentadas los sábados, a las 17.30 en euskara y a las 18.30 en castellano. Son gratuitas, con reserva previa. 

Asimismo, el 10 de noviembre a las 18.00 la conservadora y restauradora Brenda Traver ofrecerá una confrencia sobre el estudio del estado de conservación y caracterización de la obra de Sanz. Por su parte, el 17 de noviembre tendrá lugar un diálogo entre los investigadores Mikel Lertxundi y Juan Pablo Huércanos. La asistencia es gratuita con reserva previa a través de la web.

 

 

 

Kokapena

Kubo Kutxa
Zurriola, 1
Donostia. Gipuzkoa