Andoni Lubaki naizplus bloga

Hotel Seleka (III y fin)

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Hotel Seleka III

* Viene del post Hotel Seleka (II) que a su vez viene del primer post de la historia Hotel Seleka (I)


El General Zoudenko está rezando en el pórtico de su casa del centro de Bambari. Mohamed Yousni un coronel de alto rango de la Seleka nos acompaña a la sala y Ricard y yo esperamos a que termine el rezo. "La mayoría somos musulmanes, aunque hay cristianos. Como ese chico que se ha quedado en la puerta vigilando. Ese es cristiano y de Bangui, como yo" nos explica.

Zoudenko (una especie de Coronel Kurtz de Apocalipsis Now africano) ha terminado de rezar. Nos explica mientras encendemos las cámaras porque no ha querido ir a las conversaciones de paz. "Quieren dividir el país. Yo quiero lo mejor para mi país y no negocio la división o la entrega a gente corrupta" dice el General. 

Buscado por varios organismos internacionales, Zoudenko ha sido acusado de recibir dinero de Chad y de contratar con ese dinero mercenarios chadienses. "No son mercenarios ni tampoco de Chad. Muchos de mis hombres tuvieron que exiliarse en Chad pero son centroafricanos como yo". Nos pregunta cómo hemos conseguido dar con él a lo que explicamos que fuimos a preguntar directamente a su Cuartel General (cosa que es verdad, si omitimos como os lo conté en el anterior post que entramos de casualidad)

"Pues en ese caso bienvenidos seáis a mi casa. ¿Sobre qué queréis saber? ¿Necesitáis ayuda en algo?". Y así comenzó una de las entrevistas más surrealistas que he hecho nunca, yendo a preguntar a un hotel abandonado y encontrándonos por casualidad una entrevista que ni siquiera la BBC en esos momentos pudo hacerlo. Luego ya parece ser que Zoudenko le cogió el gusto a aparecer delante de las cámaras y dio entrevistas a diestro y siniestro.

3 años más tarde, Zoudenko firmó un alto el fuego con sus archienemigos Antibalaka (milicias de autodefensa surgidas para protegerse de los propios Seleka). Viendo como los de la tribu Peul estaban siendo armados por chadienses no le quedó otra que darle la mano a aquellos a quien buscaba y atacaba (y viceversa). Luchando codo con codo estaba junto a los antibalaka cuando el coche donde viajaba por la selva estalló en mil pedazos. Unos dicen que fue una bomba puesta en la carretera por los Peul, otros que un avión francés (declaraciones que yo mismo he podido obtener de varias fuentes fidedignas locales de Bambari), otros que fue una emboscada de los Antibalaka (muy de extrañar sabiendo que uno de sus líderes iba en ese momento en el coche con él). Uno de los personajes más fascinantes que me he encontrado en este mayúsculo continente negro, muerto en extrañas circunstancias. Un personaje novelesco para una historia inverosímil si no lo hubiera vivido en primera persona.

Mañana os cuento la parte de los Antibalaka, prometido.

 

En la foto: El único soldado cristiano que pudimos encontrar en los paramilitares Seleka, en el hall del Hotel (si es que se le puede llamar hotel)