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Investigadores vascos impulsan la cría en cautividad de mubles para consumo humano

Un grupo de investigadores ha desarrollado un proyecto para la cría en cautividad de mubles (corcones o korrokoiak), con el fin de favorecer el consumo de este pescado, cuya ingesta no resulta habitual por tratarse de peces que se alimentan en las aguas sucias de los puertos.

Imagen de la cata de mubles en la estación marina de Plentzia. (Tere ORMAZABAL/UPV-EHU)
Imagen de la cata de mubles en la estación marina de Plentzia. (Tere ORMAZABAL/UPV-EHU)

En el proyecto, denominado Akura y financiado con Fondos Europeos de Pesca, han tomado parte, además de personal de la UPV/EHU, investigadores y técnicos del centro tecnológico Gaiker, la escuela de acuicultura de Mutriku Kardala y la plataforma de acción empresarial BCTA.

Los análisis llevados a cabo dentro de este programa han evidenciado que los mubles disponen de un alto valor nutricional y un alto contenido de grasa en músculo, una característica del pescado azul.

Alberto de Diego, uno de los investigadores del grupo IBeA de la UPV/EHU, ha explicado que los mubles criados en cautividad han sido alimentados con un «aporte considerable de microalgas».

Este alimento contiene un porcentaje importante de ácidos grasos poliinsaturados tipo omega-3, por lo que ha señalado que los mubles resultan un «producto sano y apetitoso para el consumo humano».

Además, los investigadores han conseguido durante el proceso de cría de estos peces una puesta controlada y el engorde de los mubles con una «muy baja tasa de mortalidad».

De igual forma, pretenden enriquecer los piensos destinados a esta especie con microalgas ricas en ácidos grasos poliinsaturados tipo Omega-3, dado que hasta la fecha no hay en el mercado comida prevista para esta especie, según han explicado.

De Diego ha destacado que, en un principio, se planteó llevar a cabo esta cría en cautividad con lubinas, aunque se descartó esta idea, por tratarse de «una especie bastante estudiada en acuicultura».

Cata en Plentzia

En la misma línea, la Estación Marina de Plentzia PiE ha acogido una cata de estos peces con el fin de prestigiarlos como especie de consumo humano. El cocinero guipuzcoano Andoni Txintxila los ha preparado para que sean probados por un panel de expertos.

«Inicialmente se planteó en el proyecto trabajar con lubinas, pero se desechó por tratarse de una especie bastante estudiada en acuicultura. La apuesta fue con el muble, ya que es una especie sin apenas tradición en cultivos de acuicultura y de la que se conocía muy poco en cuanto a hábitos, ciclos reproductivos. De hecho, los FEMP (Fondos Europeos Marítimos y de Pesca) que financian este proyecto priorizan el estudio de especies nuevas para su cría en sistemas de acuicultura», ha explicado De Diego.

Pescado azul

Aunque en el imaginario popular los mubles son peces con muy mala fama, dada su tendencia a alimentarse en las sucias zonas de los puertos, son ejemplares de la familia de mugílidos, que viven en las tibias aguas de la costa vasca.

Además, los análisis que han realizado indican que su contenido de grasa en músculo es alto, una característica del pescado azul. De hecho, han podido confirmar que la «calidad nutricional» de su carne es «muy alta».

«Pretendemos que nuestros mubles en cautividad sean un producto sano y apetitoso para el consumo humano. Los alimentamos con un aporte considerable de microalgas, que contienen un porcentaje importante de ácidos grasos poliinsaturados tipo omega-3», señala De Diego.

«El objetivo principal del proyecto Akura es consolidar la viabilidad técnica de un proceso sostenible de cultivo y engorde de mugílidos hasta alcanzar un tamaño de un kilogramo de peso en las piezas cultivadas», explica.

«También se plantea extraer sublotes de menor tamaño durante el proceso de engorde para ir evaluando su calidad mediante el análisis sensorial y realizar estudios de aceptación de producto», añade De Diego.

Además de este objetivo principal mantienen otros dos objetivos de especial relevancia para los promotores. Uno está relacionado con la reproducción y cierre del ciclo biológico de esta especie. Este hito lo han conseguido parcialmente mediante una puesta controlada y posterior obtención y engorde de crías con una muy baja tasa de mortalidad.

«La necesidad de estandarizar el proceso, sin embargo, exige definir las condiciones óptimas que permitan repetir puestas en cautividad en el momento justo y con la periodicidad deseada», indican.

El otro objetivo es el desarrollo de piensos adecuados para esta especie, ya que actualmente, al ser una especie nueva, no existe en el mercado un pienso específico para ella. Para ello pretenden incluir en los piensos microalgas ricas en ácidos grasos poliinsaturados tipo Omega-3.