IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Celebración

A principios de este mes hemos celebrado, como cada año, el Día Internacional de la Mujer. Proclamado en Copenhague el año 1910 en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se convierte en una fecha conmemorativa asumida por nuestra agenda social. Pero a pesar del paso de los años, cada aniversario hace más evidente el desequilibrio de nuestra sociedad en materia de género, en lo que supone uno de los problemas más profundos de nuestra convivencia. En ese sentido, la programación cultural desde su trabajo con lo simbólico, el contacto con el público y su faceta formativa debe asumir su propio espacio de responsabilidad. Ahora bien, la conmemoración por sí misma no tendrá sentido si no existe una intención de integrar los modos feministas en los esquemas de funcionamiento interno. El sistema impone y repite modos de funcionar que solo pueden ser contrarrestados frontalmente, ahondando en un cambio desde las formas y no únicamente desde los contenidos.

Ohianeder Euskararen Etxea de Gasteiz propone hasta el día 2 de abril la exposición “Arabako Emakumeak Lanean 1890-2000”. Partiendo de la idea del investigador Aritza Sáenz del Castillo y con la colaboración del fondo documental del Archivo Municipal Pilar Arostegi, el Archivo del Territorio Histórico de Araba y la Fundación Sancho el Sabio, se propone un paseo por 44 fotografías ilustrativas de once décadas de mujeres en sus puestos de trabajo. Más allá del trabajo fotográfico, la exposición se decanta por mostrar los roles que representan en épocas tan dispares como la dictadura de Primo de Rivera, el franquismo o los años 80. La imagen actúa entonces como recordatorio, como conservadora de instantes que deben interpelarnos para una reflexión en torno a nuestro propio presente.

Además “Waste Lands: Tierras devastadas” es el título de la muestra que San Telmo Museoa de Donostia ha programado hasta el 21 de mayo. Comisariada por Piedad Solans, reúne las obras de trece mujeres artistas de de Afganistán, Argelia, Azerbaiyán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Líbano, Marruecos y Palestina. Un total de 28 obras en la que tienen cabida diferentes disciplinas que derivan entre la escultura, la instalación, el vídeo, la fotografía así como los libros o la novela gráfica. La propuesta comisarial parte de la creación de una narración sobre conflictos que permita una mejor comprensión y dote al público de mayores herramientas de decodificación de los mismos. Mención especial merece el sugerente programa de actividades paralelas planeadas durante el tiempo de duración de la exposición. Conferencias, talleres y visitas aportan elementos de gran valor para la inmersión en las líneas planteadas por Solans y permiten disfrutar de los aportes de varias invitadas de gran prestigio y relevancia en los contextos en los que se desarrolla el proyecto.