Con sus luces y sus sombras por fin pasan al registro de productos homeopáticos un listado de cerca de dos mil, con la intención de adecuarse a lo establecido en la Directiva 2001/83 que marcaba un Código Comunitario para medicamentos de uso humano.

La norma europea detalla las condiciones exigibles de evaluación, autorización y dispensación de todos los medicamentos fabricados industrialmente, incluidos los homeopáticos.

Como consecuencia de la trasposición de la Directiva europea, y con mucho retraso, en la Orden Ministerial estatal 425/2018 de 27 de abril, se regulan los procedimientos que han de seguirse para dar la autorización de salida a la comercialización de todos los medicamentos. Con un plazo de tres meses para aquellos titulares de los productos que se quieran adecuar a lo previsto normativamente, solo podrán seguir comercializándose los productos comunicados ante la Agencia del medicamento y productos sanitarios hasta su evaluación final. El resto de los productos no comunicados se empiezan a retirar de la venta en las farmacias.

En el caso concreto de los llamados homeopáticos se han establecido dos tipos de procedimientos, dependiendo si se quiere comercializar el producto con indicación terapéutica o sin ella. En el primer supuesto, siguiendo los principios científicos para cualquier fármaco, el fabricante deberá presentar un dossier en el que se detallen tanto la inocuidad y calidad del producto, como la presunta eficacia sobre las bondades terapéuticas que le asignan.

En los supuestos de productos homeopáticos registrados en el grupo de «sin indicación», es decir sin eficacia clínica demostrada, podrán seguir comercializándose, pero no como medicamentos.

Dos cosas positivas se pueden destacar por el momento. La primera que esta nueva situación supone más garantías de seguridad de los productos y la segunda que, hasta que se demuestre lo contrario, fármacos convencionales y alternativos empiezan a convivir sin molestarse. Por lo demás, ya se sabe, ninguno de los dos grupos es el adalid para la vida eterna.