IñIGO GARCIA ODIAGA
ARQUITECTURA

Un dique habitado

Muchos de los actos creativos, por lo menos de aquellos que afectan a la arquitectura, suelen lograr su máximo esplendor al hacer de la necesidad virtud. Este es el caso del proyecto recientemente inaugurado por Zaha Hadid Architects, en la ribera del río Elba, a su paso por la ciudad de Hamburgo. La nueva construcción que debía levantarse era en inicio un inmenso dique, una estructura masiva sobre cimientos profundos, que se adentra 3 metros en el cauce del río. Un elemento de protección de la ciudad, que se eleva 8,90 metros por encima del nivel habitual de las aguas. Todo el sistema de protección de inundaciones se ha renovado junto con la reforma del área portuaria. Situado en el barrio de Niederhafen, el nuevo tramo de paseo marítimo tiene una longitud de 625 metros y es parte fundamental de la modernización de la urbe alemana, así como del refuerzo del sistema de protección contra inundaciones realizado en la ciudad.

A raíz de unas fuertes marejadas junto a la mala climatología, en febrero de 1962, el Elba invadió la ciudad causando 315 muertes y destruyendo las casas de 60.000 residentes. Por ese motivo, entre 1964 y 1968 Hamburgo desarrolló una barrera en las orillas del Elba en Niederhafen para proteger la ciudad contra las inundaciones hasta una altura de 7,20 metros sobre el nivel del mar. Hay que tener en cuenta que la ciudad se encuentra a prácticamente 100 kilómetros de la costa y aún así su puerto es el más importante de Alemania. O en otras palabras, el hecho de que ese puerto fluvial sea el más importante de un país que cuenta con regiones costeras da idea de la magnitud del río Elba.

La hidrología moderna y las simulaciones por ordenador han analizado y pronosticado las características de futuras inundaciones en la ciudad con mayor precisión, calculando que se requería un aumento en la altura de la barrera de 0,80 metros para proteger Hamburgo de futuras marejadas durante las tormentas invernales, cuando estas coinciden con mareas extremas.

Las inspecciones periódicas de la barrera contra inundaciones situadas en Niederhafen desde el año 2006 determinaron que los elementos de soporte de la estructura existente estaban sobrecargados y que sus cimientos necesitaban un refuerzo significativo. Por este motivo se convocó un concurso para diseñar una nueva barrera de inundación que, tras el fallo, se adjudicó el proyecto a Zaha Hadid Architects. Esta nueva línea de protección contra el río se encuentra en un lugar destacado que incorpora el famoso paseo ribereño de la ciudad, una gran atracción para los turistas y uno de los espacios públicos más importantes de Hamburgo. Situado en la parte superior de la barrera de protección contra inundaciones, el paseo marítimo ofrece vistas tranquilas del Elba y del antiguo puerto, ya que el nuevo se ha trasladado hacia la desembocadura.

La remodelación de la barrera, que surge de una necesidad práctica, ingenieril, ha permitido reconectar el viejo paseo fluvial con el tejido urbano circundante de la ciudad; sirviendo como un sistema para popularizar el paseo junto al río y, al mismo tiempo, crear vínculos con los vecindarios adyacentes.

Con un ancho mínimo de diez metros para asegurar un generoso paseo junto al río, además ofrece espacios públicos para peatones, corredores, ciclistas, artistas callejeros, al mismo tiempo que ha permitido la colocación de puestos de comida y cafeterías. Las tiendas y los servicios públicos también se alojan dentro de la estructura a pie de la calle que da a la ciudad, evitando la sensación de dique hacia el centro urbano. En la misma lógica, el muro del dique se despliega en grandes escalinatas que se asemejan a pequeños anfiteatros tallados en la barrera de protección contra inundaciones. Estos espacios se sitúan en los puntos donde las calles de los vecindarios adyacentes se encuentran con la estructura, dando a los transeúntes a nivel de la calle una visión abierta de las personas que pasean por el paseo marítimo en la parte superior de la barrera, así como vistas de los mástiles y superestructuras de los barcos que surcan el Elba.

Alternándose con estas escaleras que dan a la ciudad, surgen también anfiteatros similares en el lado del río también tallados dentro de la estructura, que conquistan las vistas sobre el río. Esta duplicidad genera una secuencia oscilante en el paseo del río a medida que se ensancha y se estrecha repetidamente.

Los carriles bici se complementan también en el nivel de la calle corriendo a lo largo de la barrera de protección contra inundaciones. Amplias rampas al inicio y al final de la intervención conectan el paseo del río con el nivel de la calle y brindan accesibilidad al nivel superior del dique a todo tipo de usuarios. Una tercera rampa central permite a los vehículos de servicio acceder al paseo marítimo para su mantenimiento. Finalmente esa gran estructura ingenieril domesticada se divide en dos secciones con diferentes cualidades espaciales. La zona hacia el oeste funciona a mayor escala, ofreciendo amplias vistas de toda la actividad que se produce en el río. Al este, el puerto deportivo crea una atmósfera más íntima con una larga rampa junto al anfiteatro que conduce a los visitantes hasta la orilla del agua. Una concesión que hace la arquitectura de esta estructura creada para mantener el agua lo más lejos posible.