TERESA MOLERES
SORBURUA

Plantas acuáticas

Las plantas acuáticas resultan robustas si atendemos a sus necesidades esenciales: la exposición, el lugar en la superficie y la profundidad. En base a estas características, la plantación escogida se divide en zonas bien diferenciadas:

Las plantas de superficie son aquellas que vemos flotar porque no necesitan raíces. Se mueven según el viento y por el movimiento de la superficie del agua. Las más corrientes son las lentejas de agua, que pueden recubrir con rapidez la zona sombreada y, si pensamos tener peces, serán su alimento. Los jacintos de agua son también plantas flotantes e invasoras, con floración muy bonita.

La plantación en la orilla resultará decorativa si, además, sirve de refugio a una fauna muy importante. Las plantas altas como juncos e iris violeta hacen de fondo. A media sombra, gunneras de hojas espectaculares de hasta dos metros y calas, siempre muy atractivas. En primera línea, plantas pequeñas, ranúnculos y primaveras alternando con helechos pequeños.

La zona pantanosa es importante para las ranas y los sapos que se acercan a los papiros y a los iris de tonos pasteles para descansar. Aquí se mantiene el mismo orden: plantas pequeñas en primera línea, luego miosotis de los pantanos, ranúnculos y verónicas para crear un conjunto armónico.

La zona poco profunda, de unos 10-20 centímetros, es apropiada para calthas de floración color amarillo dorado (entre abril y junio) y pontederias, que forman espigas de flores azuladas y es una planta que resulta invasora. Si además de fondo se plantan typhas, el cuadro está completo resultando atractivo para insectos como las libélulas.

Al aumentar la profundidad –zona intermedia de unos 35 cm–, pondremos nenúfares amarillos si están a pleno sol. Otra planta interesante es el aponogeton, de floración blanca en invierno y que huele a vainilla. Cuando acaba su floración, le toman el relevo los ranúnculos y los nenúfares.

Por último, en la zona profunda de hasta un metro podemos colocar lotos, que tienen hojas flotantes de bordes ondulados. En invierno habrá que protegerlos del hielo, teniendo cuidado que el agua no se congele. Otras plantas interesantes para esta profundidad son las thalias de hojas verde claro hasta 20 cm de largo, por su resistencia a las plagas y a las enfermedades.