Solo tres sesiones han sido suficientes para que el Ibex se haya descolgado de su intento de atacar los 10.000 puntos y luche ahora por frenarse en los 9.600 puntos. Y es que las presiones se están acumulando sobre los índices debido, sobre todo, a las ganancias acumuladas en el año y a las aspiraciones de tomar plusvalías ante el rebrote de las incertidumbres. En la jornada de ayer volvía a tener presencia el miedo a una retirada cercana de los estímulos en Estados Unidos, debido a la buena evolución del ISM manufacturero, que está en máximos desde febrero de 2011. Un buen dato de paro el viernes alimentaría aún más esa posibilidad, pero las previsiones perciben una reducción en el ritmo de creación de empleo. También aparecen más agotados los índices de Wall Street, con el Dow Jones y el S&P 500 alejándose de los máximos históricos y de sus simbólicas referencias de 16.000 puntos y 1.800 puntos, respectivamente. El Ibex abrirá hoy con 9.605 puntos, tras ceder un 1,44%. En París, la caída era del 2,65%; en Fráncfort, del 1,90%, y en Londres, del 0,95%. Dentro del Ibex se mantuvo el protagonismo del sector eléctrico y de las accionistas. Acciona bajó un 4,56%, Sacyr, un 2,64%, Endesa, un 2,40%, e Iberdrola, un 1,59%. Sin embargo, el peor del día fue Mediaset (-5,10%). Todos los grandes valores, encabezados por Repsol (-2,43%), cerraron en rojo. Santander y Telefónica perdieron mas de un 1%, y solo subió Indra (+0,22%). En París, el mayor varapalo fue para Renault (-4,58%), mientras que otros 15 valores recortaban más de un 3% a sus cotizaciones. Ninguna firma acabó en verde.