Beñat ZALDUA

El veto a la estelada y Wert animan la campaña electoral en Catalunya

La Junta Electoral Central dio el jueves por buena la denuncia de la entidad españolista Societat Civil Catalana y ordenó la retirada de las esteladas de ayuntamientos y edificios públicos. La medida se suma a las últimas actuaciones de Wert, que comparó el modelo de inmersión lingüística con la persecución del catalán durante el franquismo.

Si alguien tenía dudas de que las elecciones municipales del próximo 24 de mayo también se juegan en Catalunya en clave de proceso independentista, diversos resortes del Estado se han encargado en los últimos días de recordarlo. Sin ir más lejos, la Junta Electoral Central ordenó el jueves la retirada de todas las esteladas de los ayuntamientos y los edificios públicos, al considerar que las banderas independentistas son «incompatibles con la obligación de neutralidad de los poderes públicos».

De esta manera, la Junta Electoral dio la razón a la entidad españolista Sociedad Civil Catalana (SCC), que ayer consideró que la decisión de la máxima autoridad electoral «se ajusta a derecho». De hecho, el secretario de junta de SCC, José Domingo, se vino arriba y consideró que colocar la estelada en un Ayuntamiento «es como si un municipio legalizase la pena de muerte en España». «Nos sorprende y lamentamos que determinadas formaciones antepongan su ideología a ser demócratas», remató Domingo.

Tanto la orden de la Junta Electoral como los comentarios del portavoz de SCC encendieron los ánimos del soberanismo y consistorios como los de Celrà (Girona), Torroella de Mongrí (Girona) y Berga (Barcelona) anunciaron ayer mismo que desobedecerán la orden y dejarán las esteladas donde están. Sin embargo, la Associació de Municipis per la Independència (AMI) recomendó también ayer a sus asociados que acaten la orden, por lo que está por ver qué decisión toman los más de 300 ayuntamientos afectados.

Wert vuelve a las andadas

También se ha dedicado a calentar el ambiente en los últimos días el ministro español de Cultura, José Ignacio Wert, que esta semana rompió el silencio de los últimos meses (todavía escuecen sus deseos de «españolizar» a los alumnos catalanes) y comparó la situación del castellano en Catalunya con la opresión sufrida por el catalán durante el franquismo.

Concretamente, Wert equiparó el estado del castellano «con la situación del catalán en aquellas épocas que tanto les gusta recordar». Lo dijo, además, el mismo día en que su partido reclamó ante el Tribunal Superior de Justicia la ampliación del periodo de matriculación en Catalunya, para obligar a la Generalitat a incluir el castellano como lengua vehicular. Todo un ataque al modelo de inmersión lingüística.

Para rematar la faena, el PP aprobó el jueves en el Congreso la Ley de salvaguardia del Patrimonio Cultural impulsado por el mismo Wert. Un proyecto que eleva la tauromaquia a patrimonio protegido y que, según denuncian en Catalunya, abre una vía judicial para que las corridas de toros, prohibidas por una ley del Parlament, puedan volver a celebrarse en el Principat.

Los Mossos denuncian un chivatazo de la Policía a yihadistas

La fricción entre los Gobiernos español y catalán ha tenido estos días su réplica en el ámbito policial, en el que los Mossos d’Esquadra han acusado a la Policía española de avisar a un grupo de yihadistas sobre la investigación de agentes catalanes. Algo que habría permitido que huyesen dos supuestos objetivos policiales. Los responsables de Interior de ambos ejecutivos se acusaron mutuamente de irresponsables en un caso que todavía tiene muchos interrogantes sin resolver.B.Z.