Parece que esta vez las empresas se han tomado muy en serio lo de respetar su reglamento y no conceder aplazamientos que no estén recogidos en las normas. Si en el Parejas no accedieron a la solicitud de Aitor Zubieta con problemas de manos antes de la final, esta vez se han mostrado inflexibles con Juan Martínez de Irujo, cuya participación en la semifinal del Ogeta está en el aire por una microrrotura en su sóleo derecho.

La lesión se produjo en el entrenamiento del pasado jueves, cuando el pelotari sufrió un dolor agudo en su pierna derecha. La resonancia magnética a la que fue sometido el lunes confirmó la existencia de una rotura parcial de su sóleo derecho y la preocupación alcanzó su máximo grado el miércoles en la prueba que realizó en el Ogeta, cuando vio que las molestias seguían siendo grandes, motivo por el que solicitó un aplazamiento que le fue negado. «He hablado con las empresas y me han dicho que en el reglamento pone que no hay posibilidad de aplazamiento. Yo he presentado las pruebas y otras veces se han dado aplazamientos sin haber pruebas de lesión ni nada».

Disgustado porque había preparado este Manomanista a conciencia, el de Ibero daría por buena la decisión si sirviera como precedente para el futuro. «Si se toma esta decisión y tengo que ser el primero en ser perjudicado, pero a partir de ahora no hay aplazamientos, pues me parece bien. Llevo muchos años diciéndole a la dirección de Aspe que se tiene que acabar lo de los aplazamientos. Pero otras veces se ha concedido con menos», se lamentó el vigente campeón.

Apurar los plazos

Ante esta negativa, al pelotari no le queda otra alternativa que tratar de apurar los plazos y seguir a rajatabla el tratamiento de rehabilitación y fisioterapia aconsejado por lo médicos. Así, descansará hoy y mañana realizará una prueba para comprobar si puede salir el domingo a enfrentarse a Aimar Olaizola.

«Tal y como estoy ahora, desde luego que no podré jugar», señaló el pelotari de Aspe, que acusaba molestias por la prueba que realizó el miércoles en el mismo escenario junto a Jokin Etxaniz. Eso sí confía en que la mejoría en este periodo de tiempo sea la suficiente para poder acudir a Gasteiz el domingo.

Y es que, en lo que pareció una especie de reto a las empresas, quiso advertir al pelotazale que pudiera acudir el domingo al Ogeta –la venta de entradas marchaba a muy buen ritmo– de que, «si tomo la decisión de venir y jugar el domingo, vendré con un mínimo de garantías, no vendré al frontón con el 100% de acabar el partido», señaló.

«Si el sábado veo que no puedo jugar no vendré, pero si estoy más o menos para jugar, lo haré, luego ya veremos lo que pasa en el partido» insistió el pelotari de Ibero, que tiene claro que, en caso de saltar finalmente a la cancha del Ogeta, tendrá que hacerlo con la zona lastimada protegida con un vendaje.

El material también fue motivo de disgusto

No acostumbra Juan Martínez de Irujo a hablar del material, pero antes de que compareciera ante los medios era evidente su malestar. De hecho, realizó una demostración soltando un derechazo que hizo que una de las pelotas escogidas por Aimar Olaizola se metiera en el rebote tras un bote. «Ya lo habéis visto vosotros, no me preguntéis a mí, si no dudaría de vuestra vista. Ha botado en el siete y ha ido al rebote. Lo que no me parece bien es que cuando he sacado yo esa pelota se me ha quitado. Luego, sobre todo en Asegarce, están todo el tiempo criticando el material vivo cuando lo sacaba yo y defendiendo a capa y espada que hay que bajar el material», se quejó el de Ibero.

Olaizola II, se limitó a decir que «supongo que no se habrá quejado porque son muy vivas, cuando lleva toda la vida sacándolas y quejándose de que las mías eran lentas». J.O.