Joseba ITURRIA
REAL

El Consejo espera cerrar la próxima semana la renovación de Rulli

El Valencia también confía en lograr el fichaje tras su negociación con el grupo inversor, pero hay un contrato firmado por el portero.

La Real Sociedad espera cerrar la próxima semana la renovación de Gerónimo Rulli por una temporada, que se ha complicado por la intromisión del Valencia. Tras las negociaciones mantenidas con el grupo inversor que tiene los derechos del argentino, en Levante también trasmiten que su cesión está cercana.

Desde el club blanquiazul tanto el presidente Jokin Aperribay como el director deportivo Loren dieron por seguro en las ruedas de prensa ofrecidas en las últimas semanas la continuidad del guardameta argentino.

Todas las partes admiten que el grupo inversor había llegado a un acuerdo con la Real para la renovación por una temporada y en base a ese compromiso Rulli firmó su contrato antes de irse de vacaciones. El club blanquiazul entiende que este con- trato firmado por el guardameta y el documento en el que están recogidos los puntos del acuerdo que llevaron a esa firma dan una base jurídica que, unida a la voluntad trasmitida por el argentino de quedarse en Donostia, le hacen mantener su convicción de que Rulli seguirá.

Preocupación

El problema radica en que el grupo inversor, a través del Club Deportivo Maldonado –el equipo uruguayo que utiliza para dar una forma legal a la operación– no ha firmado los contratos ni ha enviado la documentación necesaria para cerrar la operación. Lo que hace un mes parecía un simple trámite ahora preocupa e inquieta porque a la Real le consta que el Valencia negocia con el grupo inversor.

Desde la capital levantina dan por hecho también que el jugador recalará en sus filas porque entienden que la firma del contrato de Rulli no sirve si el grupo inversor y el club uruguayo rubrican un contrato de cesión con el Valencia para cubrir la baja por lesión de Diego Alves. Defienden que la oportunidad de jugar la Liga de Campeones con el equipo valenciano ayudará en el objetivo de los dueños de los derechos federativos del jugador de conseguir una revalorización que les ayude a traspasarlo la próxima temporada.

El jugador ha trasmitido a sus círculos más cercanos que su futuro está en la Real, pero ha querido desconectar unos días de lo que le rodea y espera que la próxima semana se clarifique su futuro de una manera definitiva. Su caso es especialmente complicado porque si en otras negociaciones basta con llegar a un acuerdo con un agente y un club, en su caso también influyen su entorno cercano y, especialmente, el grupo inversor.

Ya la pasada temporada a la Real le costó mucho cerrar la primera cesión y Rulli estuvo unos días en el hotel de concentración de Holanda sin poder entrenarse a la espera de que se firmaran todos los documentos cuando no había un segundo equipo interesado en su fichaje.

La intromisión del Valencia, sin importarle la existencia de un acuerdo y un contrato firmado, dificulta aún más el caso y dejaría a la Real en una situación nada recomendable si a la falta de fichajes a dos semanas del inicio de la pretemporada se suma la fuga de Rulli.

El grupo inversor pagó al Independiente el equivalente a unos 3,5 millones de euros por sus derechos en junio del pasado año y formalizó un contrato con el Club Deportivo Maldonado que domina. Al mes lo cedió a la Real tras una dura negociación y solo cuando lo anunció el club blanquiazul en Argentina se enteraron de que Rulli pertenecía a efectos FIFA al uruguayo.

Solo una renovación cerrada de cuatro planteadas

El problema para la Real no es solo que el Valencia amenace con llevarse a Rulli, sino que además Eñaut Zubikarai ha rechazado la oferta de renovar, lo que deja a la Real sin porteros en el primer equipo hasta que se cierre la cesión del argentino y Moyes y el entrenador de porteros que venga con el escocés se decante entre Bardaji y Tena para ser su suplente.

El Consejo blanquiazul se había planteado cuatro renovaciones –las de Rulli, Zubikarai, Elustondo y Ansotegi– y por ahora solo se ha cerrado la del central de Berriatua. En el caso de Gorka Elustondo todavía no hay una comunicación del jugador al Consejo. La hipótesis más probable es que el beasaindarra no acepte la oferta de renovación, pero a diferencia de Zubikarai no lo ha trasmitido de manera definitiva porque tiene dudas.

El de Elustondo es una caso delicado porque el Consejo, los técnicos y los jugadores del primer equipo quieren que siga porque entienden que es importante por su nivel futbolístico y por su papel en el vestuario. El beasaindarra en condiciones normales querría seguir, pero el ambiente que se ha creado en su contra han llevado a su entorno a aconsejarle que busque otro equipo. Hay varios que han trasmitido su interés, pero Elustondo tiene dudas.

Lo más triste es que con lo que cuesta a la Real encontrar jugadores que mejoren lo que sale de Zubieta pueda perder a un futbolista por cuestiones ambientales. Dentro del club se tiene confianza en el jugador, al que solo le falta que le respeten las lesiones, y se considera que ayudaría al equipo a cubrir las posiciones de central y medio centro, pero en el entorno se ha creado un ambiente hostil y hay aficionados que cada vez que sale al campo le pitan. A día de hoy, sigue sin haber una resolución definitiva.

La Real sí anunció ayer el fichaje por una temporada de Nuria Mendoza, una barcelonesa de 19 años que llega del Espanyol. Además el club comunicó la iniciativa de colocar el nombre de 3.000 aficionados en el autobús del primer equipo. Los interesados pueden hacerlo a través de la web blanquiazul antes del 1 de julio. Joseba ITURRIA

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