EDITORIALA
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Berlín: metrópoli europea, nodo global periférico

El Bundestag aprobó ayer negociar un tercer rescate financiero para Grecia, con el apoyo masivo del establishment conservador y socialdemócrata, el voto falsamente rebelde de algunos diputados conservadores que pedían mayor dureza, la abstención de los verdes y la oposición de Die Linke, la izquierda. Angela Merkel quiso vestir de europeísmo este «acuerdo», escorzó el apocalipsis humanitario y financiero que vive la ciudadanía griega, a lo que opuso la responsabilidad y el sacrificio germanos. Ante esta situación, defendió las condiciones impuestas a Grecia como «una muestra de solidaridad europea nunca vista». Sí, «nunca vista».

Todo el mundo era consciente de las debilidades de Grecia y en especial del Gobierno de Syriza en la negociación. Pero pocos pensaban que Berlín fuese a ser tan despiadado, tan cruel. No que no fuese a defender sus intereses, no que no fuese a imponer incluso estas mismas condiciones, sino que lo fuese a hacer del modo que lo ha hecho: sin piedad, con argumentos infames, primando lo visceral sobre el cálculo, sobre los datos y los hechos objetivos. Empezando por el más básico, que Grecia no puede pagar esa deuda. La fortaleza germana se ha convertido en soberbia, una muestra de debilidad que este trato tapa solo en parte.

Condenando al Sur europeo a un papel subsidiario, colonial, pauperizado y sin perspectivas, Alemania pierde contexto y peso global a medio plazo. Para ser potencia regional necesita región. Y sin un continente articulado sobre derechos, valores, cultura y economía –del que sin duda Berlín seguiría siendo el eje vertebrador vista la decadencia británica y francesa–, Alemania no es más que un pequeño e interesante nodo del sistema capitalista, que sin embargo se aleja de su centro inexorablemente. Por dimensión y por una estrategia equivocada. Ha despreciado y humillado toda alternativa continental y ha elegido como aliados al imperio y a las castas locales parasitarias. Syriza y los griegos son el último de sus problemas.