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GASTEIZ

Críticas a unas sanciones que evidencian el «carácter antidemocrático» del Estado

EH Bildu, la Generalitat de Catalunya y ERC denunciaron ayer que las sanciones propuestas por la Comisión Antiviolencia por la pitada al himno español en la última final de Copa, en la que se enfrentaron Athletic y Barcelona, son un ataque a la libertad de expresión. «La pitada es un síntoma más de que en Euskal Herria y en Catalunya la desafección hacia España es cada vez mayor y sin vuelta atrás», señaló la parlamentaria soberanista Rebeka Ubera.

Las críticas a las sanciones propuestas por la Comisión Antiviolencia por los pitos al himno español en la final de Copa se sucedieron ayer tanto en Euskal Herria como en Catalunya. A juicio de la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera, «silbar a modo de protesta no es más que un ejercicio de libertad de expresión, en el que no hay violencia ni intolerancia, por lo que desde una perspectiva democrática no cabe castigar a nadie».

Ubera advirtió de que las multas «lo único que van a conseguir es dejar aún más en evidencia el carácter antidemocrático del Estado, donde queda claro que la libertad de expresión está en vías de desaparición». A este respecto, señaló que la pitada por parte de las aficiones de Athletic y Barça no es más que «un síntoma más de que en Euskal Herria y Catalunya la desafección hacia España es cada vez mayor y sin vuelta atrás».

En la misma línea se pronunció la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, que cree «inadmisible» que se propongan multas de 123.000 euros para la RFEF, de 66.000 euros para el FC Barcelona y de 15.000 euros para el Athletic. La Comisión Antiviolencia también pide una sanción de 100.000 euros para Catalunya Acció, a la que considera «instigadora» de la pitada al himno, y de 70.000 euros para cada una de las organizaciones convocantes, entre las que figuran Sobiranía i Progres y Plataforma pel Dret a Decidir.

«Es absolutamente incomprensible una sanción de estas características, porque todas las personas se pueden expresar libremente en el ejercicio de su libertad de expresión, ya sea silbando o cantando, y todo estado democrático tiene que garantizar este derecho», manifestó Munté tras criticar que, «por lo visto, exhibir banderas preconstitucionales es gratis, y ejercer la libertad de expresión es castigado y multado». Anunció que el Govern «estará al lado de las entidades afectadas».

También desde Catalunya, el líder de ERC en el Consistorio de Barcelona, Alfred Bosch, censuró la propuesta de la Comisión. «La sanción forma parte de los ataques contra la libertad de expresión y manifestación a los que nos tiene acostumbrados el Gobierno Rajoy», subrayó.

Muy dura fue también la nota publicada por Euskal Selekzioa Bai, donde la plataforma habla de «auténtico atentado» a la libertad de expresión y de «imposición del pensamiento único». Además, expresó su solidaridad y apoyo a los clubes y las entidades sancionadas.

El castigo también despertó recelos en el seno del PSOE. «No se trata de poner multas a los que pitan un himno, en todo caso se trata de educar en el respeto a símbolos que representan a mucha gente que no piensa como tú», dijo su secretario de Acción Política, Ciudadanía y Libertades, Patxi López.

En el lado contrario se situaron los representantes del PP, que pidieron más contundencia al Gobierno español. Esperanza Aguirre, por ejemplo, tildó de «sanciones irrisibles» las multas propuestas por la Comisión Antiviolencia, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, consideró que las pitadas al himno español «no se sancionan de una manera suficientemente adecuada».