Tercero en la última edición del Giro, Mikel Landa ve, tras conseguir ese gran puesto en la ronda italiana, con otros ojos su participación en la Vuelta. Su apuesta es «pelear por una etapa y estar metido en la general».

El ciclista arabarra afronta la que será su cuarta participación en esta carrera, a la estela de dos compañeros con muchas opciones para hacerse con el triunfo final, caso de Nibali y Aru. Para ello, se ha preparado a conciencia, con dos semanas concentrado en Navacerrada, aunque recuperarse de tanto tiempo en altura «me está costando más de lo que esperaba».

La Clásica de Donostia y la Vuelta a Burgos han sido su regreso a la competición y en esta última prueba sufrió una caída, a la que le restó importancia. Ahora, todo va a ir encaminado a la Vuelta, donde sabe que «la gente va a esperar un poco más de mí y me va a exigir estar con los mejores, pero sé que son cosas que las puedo dar».

El trazado montañoso de la presente edición le ayuda a sus características para conseguir los objetivos que se ha marcado. «Tendré muchas oportunidades para pelear por ellos, pero se trata de continuar con la línea que cogí el año pasado, ascendente, de estar siempre en la pelea, me gustaría volver a coger ese ritmo y disputar». Su equipo, Astaná, parte con un «bloque muy fuerte» y varios gallitos. «Iremos viendo día a día dónde nos vamos quedando cada uno de los tres, desde la salida tendremos esa presión», dijo.

Carreras del día

En la carretera, el italiano Sonny Colbrelli(Bardiani) ganó al sprint la primera etapa del Tour de Limousin, que se disputó entre Limoges y Saint-Yrieix-la-Perche (Haute-Vienne) de 176,3 km. Kenny Dehaes (Lotto-Soudal) se llevó la Clásica GP Stad Zottegem, de 190 kilómetros. Taylor Phinney (BMC) se impuso en la primera etapa del Tour del Colorado y el estadounidense es el primer líder.