Idoia Mendia
Secretaria General del PSE
KOLABORAZIOA

Todas las víctimas

Sólo hay una Ley que reconoce y repara a todas las víctimas de bandas terroristas. Lleva la firma socialista. Sólo hay un decreto que repara a parte de las víctimas de abusos policiales. Lleva la firma socialista. Y a pesar de la evidencia, hay quien se esfuerza en engañar. Queda trabajo por hacer, pero no se podrá ir más allá si una parte de esta sociedad, si algún partido, se empeña en confundir.

En junio de 2008 el Parlamento vasco aprobó una ley que reconoce y repara en iguales condiciones a quienes fueron asesinados por ETA, GAL, Triple A o Batallón Vasco Español. Yo estuve en aquel pleno. Yo voté a favor de aquella ley. En aquella Cámara vasca la izquierda abertzale tenía nueve asientos. Pero sus representantes decidieron ausentarse de la votación.

No quisieron avalar aquel acto de justicia con quienes sufrieron la acción de las bandas terroristas que se organizaron para, pasando por alto los derechos humanos más elementales y la propia dignidad de las personas, intentar imponer proyectos políticos o luchar de forma ilegítima, con instrumentos del Estado, contra otras formas de terrorismo. Unos, la gran mayoría de los parlamentarios de entonces, así lo trabajamos.

Otros, que representaban a un sector importante de esta sociedad, eludieron su responsabilidad por los reparos que les producían, y les producen, criticar lo más mínimo a la banda que más asesinatos y heridos ha dejado en esta sociedad, y que aún hoy, a diferencia de los demás, se resiste a desaparecer.

En 2012, el Gobierno al que pertenecí aprobó un decreto para reconocer y reparar a las personas que habían sido víctimas de diferentes actuaciones policiales, unas deliberadas y otras casuales, pero sobre las que nunca se había hecho justicia. Fue un decreto parcial, pero, como saben esas víctimas, porque personalmente lo hablé con ellas, era un primer paso que contaba con dos bases fundamentales: comprobación de los hechos y consenso para que la regulación no pudiera ser objetada. Y así ha sido.

Después el actual Gobierno ha querido ir más allá con voluntarismo pero sin rigor, y los tribunales se lo han parado. Habrá que buscar ahora una fórmula para completar el camino que empezamos a recorrer, tarde y parcial, pero comenzado.

Así que en este punto sobran lecciones y mentiras. Los socialistas estamos directamente comprometidos con todas las víctimas. Defendemos que todas las víctimas del terrorismo y las víctimas de abusos policiales deben ser reconocidas y reparadas. Todas son iguales en su sufrimiento, y ninguna razón que motivó su condición de víctimas puede ser esgrimida como excusa. Pero pretender a estas alturas hacer creer que hubo una guerra de bandos por un conflicto político es engañar.

ETA asesinó, secuestró, torturó y amenazó para intentar imponer un proyecto político. Fracasó en su estrategia, pero sobre todo dejó un reguero de dolor que hoy no se ha superado.

El GAL asesinó, secuestró, torturó y amenazó para intentar acabar ilegítimamente con el terrorismo de ETA. Fracasó en su estrategia pero, sobre todo, dejó un reguero de dolor que tampoco se ha superado. Y los socialistas vascos hemos participado activamente en la condena de ambos, y en los trabajos de memoria y reparación. La izquierda abertzale no.

Ése es el punto de partida para poder avanzar. Creo que la izquierda abertzale lo sabe. Y lo lamentable es que a estas alturas de la historia no lo quiera reconocer públicamente. Lo lamentable es que intente enmascarar su propia responsabilidad tiñendo de desmemoria sus discursos políticos. Es un empeño vano.

Pero sobre todo es un empeño que no hace ningún favor a las víctimas. Ni a las de ETA, ni a las del GAL ni a las de abusos policiales.

Los socialistas seguiremos trabajando sobre las bases compartidas con los demás partidos para que nadie que haya sufrido una violación injusta de derechos humanos quede desamparada.