GARA
PEKÍN

Otra explosión se une a la cadena de ataques en el Día Nacional de China

Una nueva explosión se sumó a la cadena de ataques con paquetes bomba del miércoles en el sur de China. Aunque en principio se atribuyó a un «acto criminal» las autoridades no descartan «ataques terroristas», en el aniversario de la creación de la República Popular.

Una nueva explosión en el sur de China se sumó ayer a la cadena de 17 ataques con paquetes bomba del miércoles. El artefacto estalló en un inmueble residencial del distrito de Liucheng, en la región rural de Guangxi, causando un herido. Las 17 explosiones de la víspera tuvieron lugar en 13 edificios públicos de Liucheng, entre otros un hospital, un centro comercial, una estación, un mercado y oficinas del gobierno local, causando al menos siete muertos y una cincuentena de heridos. Ayer dos personas continuaban desaparecidas. La Policía arrestó a un sospechoso, que dijo haber reclutado a otras personas para entregar los paquetes bomba.

Las explosiones se produjeron en una fecha de alto simbolismo, el «Día de los Mártires», que precede a la fiesta nacional del 1 de octubre, 66 aniversario de la creación de la República Popular China. Los diarios oficiales redujeron el impacto de los atentados, dando mayor relevancia a las ceremonias presididas en Pekín por dirigentes del Partido Comunista.

Ayer continuaban abiertos numerosos interrogantes sobre la motivación de los ataques. En los últimos años se han llevado a cabo atentados contra edificios oficiales por parte de ciudadanos en litigios con las administraciones. Y aunque la Policía de Liucheng habló rápidamente de «acto criminal», tampoco descartó la «pista terrorista».

También se han producido en los últimos años varios atentados con explosiones que las autoridades imputaron a «extremistas» uigures, la minoría musulmana de Turkestán Oriental (provincia dee Xinjiang), incluso en Pekín. Además del Día Nacional, que el Gobierno chino celebró ayer con llamadas a la unidad étnica, se conmemoraba el 60 aniversario de la fundación de la región autónoma de Xinjiang, el territorio donde los uigures han sido relegados a ser una minoría y denuncian una constante represión. En Pekín, el presidente, Xi Jinping, quiso dar imagen de unidad de todas las etnias del país con una recepción a representantes de minorías uigur, tibetana y mongol.