Jon ORMAZABAL
Pelota

Para sustos, los del Labrit

Irujo entra en semifinales tras voltear un bloqueo en el 3-7, gracias en parte a dos faltas de Julen Retegi.

MARTÍNEZ DE IRUJO 22
RETEGI BI 15

Seguro que, por eso de la globalización y del poder del marketing, muchos de nuestros lectores se tomaron ayer algún pote rodeados de calabazas, telarañas y calaveras de plástico, supuestamente terroríficas, pero para sustos o miedos de verdad, de los que paralizan el cuerpo y la mente, los que en diversas partes sufrieron Juan Martínez de Irujo y Julen Retegi en su eliminatoria de ayer en el Labrit iruindarra. En esa montaña rusa de sensaciones de cualquier partido sin retorno, el de Ibero volvió a ir de menos a más y gracias a otra remontada, espera rival para semifinales.

Como ya le pasó la semana pasada ante Xala en el mismo escenario, fue el vigente campeón, el delantero de Ibero, el que se llevó un apuro, y de los gordos, cuando tras el tercer tanto de saque prácticamente consecutivo, Julen Retegi logró adelantarse 3-7 en el marcador.

Juan, con miedos

Por vez primera en mucho tiempo, se vio sobre la cancha a un Juan Martínez de Irujo asustado, timorato y sin voluntad o capacidad de dar ese paso adelante con el que habitualmente avasalla a casi todos sus rivales. De hecho, mientras el de Ibero se descosía con sus dudas a la hora de restar de zurda o de estirar su brazo, extraordinariamente valiente y confiando en su volea, fue Julen Retegi el que arrancó el partido decidido a llevar la iniciativa en cada tanto, lo que le hizo incluso ser superior en el peloteo.

Pero como el propio delantero de Eratsun, visiblemente enfadado consigo mismo, reconoció al término del partido, fue él mismo el que le concedió el aire y la confianza en sí mismo que el campeón de la distancia necesitaba en ese instante de crisis.

Y es que, el saque, uno de los pilares de su espectacular comienzo, se le convirtió en pesadilla, con dos faltas consecutivas –en el 4-7 se quedó corto y en el 7-8 hizo pasa–, que hicieron que, sin llegar a cambiar completamente de bando, el miedo fuera compartido por ambos pelotaris.

A Julen Retegi también se le encogió el brazo y asistimos a una fase del partido en el que sí que es cierto que se vieron tantos muy aplaudidos como el 8-10 de Irujo, buscando el ángulo junto a la raya de pasa, o el 13-14, en el que Julen Retegi realizó dos alcanzadas imposibles para terminar el tanto con un pelotazo atrás, pero ninguno de los dos pelotaris tuvo la continuidad suficiente para marcharse en el marcador.

Precisamente el más aplaudido de los tantos de Julen Retegi le dio su última ventaja. Todo lo trabajado en ese 13-14 lo tiró por la borda mandando una pelota, sin aparentes complicaciones, a la contracancha en el siguiente.

Ese error supuso otro mazazo en la confianza del de Eratsun e Irujo esta vez sí que se vino arriba. No consiguió ningún tanto directo, pero sacó bien el de Ibero y, poco a poco, su gancho de zurda le sirvió para sacudirse los temores de una primera parte del partido en la que había sido tan inofensivo.

El saque-remate –terminó con siete tantos de aire– le sirvió para no enfrascarse en el peloteo y conseguir sumar con rapidez. Ya fuera por el esfuerzo acumulado, o porque su rival acertó a meter al partido el ritmo que más le convenía, Julen Retegi también acumuló demasiados errores, especialmente a zurda y a bote, algo nada habitual en él, y allanó un camino que el campeón había visto inalcanzable.

 

El 13 como frontera en el Atano III

El 13 tomará hoy el sitio que habitualmente ocupa el 22 en los partidos de mano. El 12+1 para los más supersticiosos es la frontera que separa a Jokin Altuna y Oinatz Bengoetxea de las semifinales. El joven delantero de Amezketa quiere dar continuidad a su idilio con el Atano III y pasará a la siguiente ronda –para medirse a Irujo– en cuanto supere la docena de tantos.

Oinatz Bengoetxea, con precedentes positivos en situaciones similares recientes –el Cuatro y Medio del año pasado con Olaetxea de rival y el Parejas de este con Martínez de Irujo y Barriola como víctimas– no solo necesita ganar, sino que tendrá que hacerlo sin dejar de pasar de doce a su rival. En caso de quedarse a medias pero llegando a 22, al de Leitza no le quedará otra que esperar a que Artola gane a Olaizola II mañana en Tolosa.

Lo que parece asegurado es que, por tercera semana consecutiva, el recinto donostiarra vivirá un gran ambiente, vista la expectación creada.J.O.